Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un sabroso ají de gallina con arroz blanco, huevito duro y, para tomar, pidió una jarra de emoliente y cebada. “María, es increíble hasta dónde te pueden llevar los celos. En Chanchamayo, una mujer de 23 años quemó vivo a su pareja porque creía que le era infiel. Paulina Montes Quispe y Piter Mendoza Ramos tenían nueve años de relación y un bebé de tres meses. Según la familia de él, la mujer siempre fue celosa, pero nunca imaginaron que llegaría al extremo de intentar matarlo de forma tan brutal. Paulina le dijo que tenía una sorpresa para él, que había ganado un dinero y le tapó los ojos con una venda. De inmediato, ¡le echó gasolina, encendió un fósforo y se lo arrojó! El hombre se revolcó en el suelo gritando de dolor, mientras ella le decía: ‘¿Rico no, eso te gusta?’ Él ahora está internado en el hospital Loayza de Lima, porque gran parte de su cuerpo está quemado. ¿Hasta dónde puede llegar una persona empujada por la desconfianza a su pareja?
Los celos descontrolados, esos que no dejan dormir, comer, trabajar ni vivir en paz, ya son un trastorno llamado celotipia. Los que lo padecen están convencidos de que su ser amado es infiel y viven un infierno constante que puede llegar a lo trágico. Algunas mujeres y hombres creen de manera equivocada que si los celan bastante, es porque los quieren mucho, pero ignoran que la desconfianza excesiva puede costarles hasta la vida. ‘Si no eres mía, no serás de nadie’, dicen. Y pueden llegar a terribles actos como el de Paulina. Se han dado casos en que echan agua hirviente, atacan con cuchillo, contratan a sicarios o desatan su furia suicidándose o asesinando a sus propios hijos.
Para entender mejor este problema y sobre todo prevenirlo, los especialistas en salud mental indican:
*Es natural sentir celos, pero hay que cuidar que la situación no se salga de control. Se nota si hay llamadas constantes para saber dónde y con quién está la pareja, revisar a cada rato el Facebook solo para ver a quién le pone ‘like’, enojarse porque no le responde rápido, privarle de amistades o no dejarle ir solo a ninguna reunión, hacerle líos porque sonrió a alguien. El celoso ve a su pareja como ‘su propiedad’.
*Desde el enamoramiento o noviazgo se puede ver conductas celotípicas. La relación debe basarse en respeto, comunicación y confianza, para el amor.
*Si no puede controlar sus celos, su impulsividad o cierta inmadurez emocional, recurra a un profesional (psicólogo, psiquiatra), para terapias individuales y de pareja, antes de que desencadene reacciones agresivas”. Gary tiene razón. Me voy, cuídense.
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Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un sabroso ají de gallina con arroz blanco, huevito duro y, para tomar, pidió una jarra de emoliente y cebada. “María, es increíble hasta dónde te pueden llevar los celos. En Chanchamayo, una mujer de 23 años quemó vivo a su pareja porque creía que le era infiel. Paulina Montes Quispe y Piter Mendoza Ramos tenían nueve años de relación y un bebé de tres meses. Según la familia de él, la mujer siempre fue celosa, pero nunca imaginaron que llegaría al extremo de intentar matarlo de forma tan brutal. Paulina le dijo que tenía una sorpresa para él, que había ganado un dinero y le tapó los ojos con una venda. De inmediato, ¡le echó gasolina, encendió un fósforo y se lo arrojó! El hombre se revolcó en el suelo gritando de dolor, mientras ella le decía: ‘¿Rico no, eso te gusta?’ Él ahora está internado en el hospital Loayza de Lima, porque gran parte de su cuerpo está quemado. ¿Hasta dónde puede llegar una persona empujada por la desconfianza a su pareja?
Los celos descontrolados, esos que no dejan dormir, comer, trabajar ni vivir en paz, ya son un trastorno llamado celotipia. Los que lo padecen están convencidos de que su ser amado es infiel y viven un infierno constante que puede llegar a lo trágico. Algunas mujeres y hombres creen de manera equivocada que si los celan bastante, es porque los quieren mucho, pero ignoran que la desconfianza excesiva puede costarles hasta la vida. ‘Si no eres mía, no serás de nadie’, dicen. Y pueden llegar a terribles actos como el de Paulina. Se han dado casos en que echan agua hirviente, atacan con cuchillo, contratan a sicarios o desatan su furia suicidándose o asesinando a sus propios hijos.
Para entender mejor este problema y sobre todo prevenirlo, los especialistas en salud mental indican:
*Es natural sentir celos, pero hay que cuidar que la situación no se salga de control. Se nota si hay llamadas constantes para saber dónde y con quién está la pareja, revisar a cada rato el Facebook solo para ver a quién le pone ‘like’, enojarse porque no le responde rápido, privarle de amistades o no dejarle ir solo a ninguna reunión, hacerle líos porque sonrió a alguien. El celoso ve a su pareja como ‘su propiedad’.
*Desde el enamoramiento o noviazgo se puede ver conductas celotípicas. La relación debe basarse en respeto, comunicación y confianza, para el amor.
*Si no puede controlar sus celos, su impulsividad o cierta inmadurez emocional, recurra a un profesional (psicólogo, psiquiatra), para terapias individuales y de pareja, antes de que desencadene reacciones agresivas”. Gary tiene razón. Me voy, cuídense.
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