El fotógrafo Gary llegó al restaurante por su papa a la huancaína con arroz con pollo, presa grande, y un emoliente con cebada. “María, llegué temprano a la redacción y me encontré con el gran periodista de Policiales, ‘El sonámbulo’. El maestro estaba con su gabán gris, lentes oscuros y su cajetilla de cigarros Camel. ‘Gary, desde el principio tuve serias dudas sobre el extraño asesinato del dueño y director del colegio ‘María Montessori’ de San Juan de Lurigancho, Sabel Evangelista Depaz (57), baleado dentro de su camioneta. Su esposa lloró desconsoladamente a unos metros del cadáver, pero solo un día después, en el velorio, estaba acompañada de matones. Esa señora tiempo atrás había ordenado a su hijo mayor darle una golpiza a su propio padre.
Esos matones impidieron el ingreso al velorio de la pareja del finado, con la que convivía más de diez años y con quien planeaba casarse, porque por fin ya le salía su divorcio. Solo era cuestión de días. Pero la muerte de Sabel destruyó esos sueños. La viuda tomó posesión del velorio, pasando sobre su cuñada, la hermana mayor del finado que corrió con todos los gastos. ‘Yo crié como una madre a mi hermano menor. Su esposa le hacía la vida imposible y puso a sus hijos mayores en contra de su papá, que les dio todo. El mayor vino un día y le pegó, a tal punto que mi hermano lo denunció en la comisaría’, señala Juliana Evangelista. Acela Coronado (53) siempre tuvo dominado a su esposo y lo trataba mal, a pesar que él fundó el colegio. ‘A ella solo le gustaba el dinero. Se hizo cargo de la administración y solo le daba diez soles diarios para sus gastos’, recuerda la hermana.
Al día siguiente del asesinato, Acela ingresó a las oficinas del plantel, se llevó todo y puso como administrador al hijo que agredió al director. La hermana nunca creyó que el crimen haya sido cometido por extorsionadores y les dijo a los policías: ‘Tengo una sobrina que quería mucho a su tío y ella limpia la casa de Acela una vez a la semana’. Los detectives citaron a la muchacha y le pidieron que busque algo sospechoso. La muchacha revolvió todo y en un cofre con doble fondo encontró un mensaje amenazante. ‘Si no cumples con pagar el resto, nos vamos de boca con los toches y tú te vas pa’ tu río. Pool’, decía. Los ‘tigres’ de la Dirincri, de San Juan de Lurigancho, peinaron los bajos fondos y ubicaron a ‘Pool’, un delincuente condenado por robo agravado y sospechoso de dos asesinatos.
Tras un intenso interrogatorio, confesó. ‘Yo les conseguí el sicario, nomás’. La concuñada de la esposa, María Quintana, ‘Mary’, habló con el asesino Walter Tirado Huerta (19), ‘Panchito’, quien jugaba billar cuando fue capturado. ‘A mí me contrató Mary, me dio una foto y me dijo: este maldito profesor violó a una sobrina de la señora, anda para que te dé un adelanto. Fui y la señora me dio dos mil soles y una foto. Lo esperé y cuando salió, fui rápido y le metí dos balazos en el pecho y uno en la cabeza’. Ahora la buscan por todo el país. Hasta dónde se puede llegar por el dinero. Me voy, cuídense.
Si te interesó lo que acabas de leer, puedes seguir nuestras últimas publicaciones por Facebook, Twitter, y puedes suscribirte aquí a nuestro newsletter.
El fotógrafo Gary llegó al restaurante por su papa a la huancaína con arroz con pollo, presa grande, y un emoliente con cebada. “María, llegué temprano a la redacción y me encontré con el gran periodista de Policiales, ‘El sonámbulo’. El maestro estaba con su gabán gris, lentes oscuros y su cajetilla de cigarros Camel. ‘Gary, desde el principio tuve serias dudas sobre el extraño asesinato del dueño y director del colegio ‘María Montessori’ de San Juan de Lurigancho, Sabel Evangelista Depaz (57), baleado dentro de su camioneta. Su esposa lloró desconsoladamente a unos metros del cadáver, pero solo un día después, en el velorio, estaba acompañada de matones. Esa señora tiempo atrás había ordenado a su hijo mayor darle una golpiza a su propio padre.
Esos matones impidieron el ingreso al velorio de la pareja del finado, con la que convivía más de diez años y con quien planeaba casarse, porque por fin ya le salía su divorcio. Solo era cuestión de días. Pero la muerte de Sabel destruyó esos sueños. La viuda tomó posesión del velorio, pasando sobre su cuñada, la hermana mayor del finado que corrió con todos los gastos. ‘Yo crié como una madre a mi hermano menor. Su esposa le hacía la vida imposible y puso a sus hijos mayores en contra de su papá, que les dio todo. El mayor vino un día y le pegó, a tal punto que mi hermano lo denunció en la comisaría’, señala Juliana Evangelista. Acela Coronado (53) siempre tuvo dominado a su esposo y lo trataba mal, a pesar que él fundó el colegio. ‘A ella solo le gustaba el dinero. Se hizo cargo de la administración y solo le daba diez soles diarios para sus gastos’, recuerda la hermana.
Al día siguiente del asesinato, Acela ingresó a las oficinas del plantel, se llevó todo y puso como administrador al hijo que agredió al director. La hermana nunca creyó que el crimen haya sido cometido por extorsionadores y les dijo a los policías: ‘Tengo una sobrina que quería mucho a su tío y ella limpia la casa de Acela una vez a la semana’. Los detectives citaron a la muchacha y le pidieron que busque algo sospechoso. La muchacha revolvió todo y en un cofre con doble fondo encontró un mensaje amenazante. ‘Si no cumples con pagar el resto, nos vamos de boca con los toches y tú te vas pa’ tu río. Pool’, decía. Los ‘tigres’ de la Dirincri, de San Juan de Lurigancho, peinaron los bajos fondos y ubicaron a ‘Pool’, un delincuente condenado por robo agravado y sospechoso de dos asesinatos.
Tras un intenso interrogatorio, confesó. ‘Yo les conseguí el sicario, nomás’. La concuñada de la esposa, María Quintana, ‘Mary’, habló con el asesino Walter Tirado Huerta (19), ‘Panchito’, quien jugaba billar cuando fue capturado. ‘A mí me contrató Mary, me dio una foto y me dijo: este maldito profesor violó a una sobrina de la señora, anda para que te dé un adelanto. Fui y la señora me dio dos mil soles y una foto. Lo esperé y cuando salió, fui rápido y le metí dos balazos en el pecho y uno en la cabeza’. Ahora la buscan por todo el país. Hasta dónde se puede llegar por el dinero. Me voy, cuídense.
Si te interesó lo que acabas de leer, puedes seguir nuestras últimas publicaciones por Facebook, Twitter, y puedes suscribirte aquí a nuestro newsletter.