El fotógrafo Gary llegó al restaurante por una rica chanfainita con arroz blanco graneadito, rocoto molido y una jarra de chicha morada heladita. “María, vivimos en constante tensión, en un clima de inseguridad ciudadana que nos tiene atemorizados. Las alertas de falsos taxistas no son nuevas, tampoco los peligros de tomar taxi-colectivo y de ‘bujieros’ que fácilmente abren ventanas y puertas para arrebatar celulares, paquetes y dinero.

Pero este lunes, en , la policía capturó a Jonathan Álvarez del Villar Márquez (22), quien se hacía pasar por taxista . Sus víctimas: mujeres. Hasta les ponía esposas y lentes oscuros para que no sepan por dónde las llevaba. La oportuna aparición de un patrullero evitó que caiga otra víctima, pero en el carro se halló una réplica de pistola, grilletes, celulares, carteras, tarjetas de crédito y otros artículos de pasajeras. Un verdadero maldito.

Hay más de 90 mil taxis registrados, pero muchos más circulando de modo informal. La Policía Nacional y expertos de Securitas Perú aconsejan:

Procure usar taxi empadronado o de empresa (tiene monitoreo GPS e incluso algunos, botón de pánico).

Fíjese que en los costados tenga franjas de cuadros amarillos con negro, número de placa pintado y en el techo casquete de ‘taxi’ (no letrero pegado en la luna).

Evite subir a taxis detenidos en la calle (a veces están ‘al acecho’) o cerca de puertas de bancos y cines.

No hay ‘zona segura’. Hasta en distritos como San Isidro o Miraflores están acechando.

Observe el rostro y características del conductor y el carro. Si puede, tome una foto de la placa y envíela a un familiar.

Siéntese en el asiento posterior al conductor, no al costado. Ante un asalto, el chofer tendrá mayor dificultad en conducir y controlar a su víctima.

Hace calor, pero no baje toda la luna de la ventana. Solo un poco para que permita el ingreso del aire.

Revise las manijas y pestillos. Si sube a un Station Wagon, cerciórese que no haya nadie en la maletera.

Evite hablar sobre sus actividades personales.

De preferencia, indíquele la ruta a seguir. Si le pide desviarse o detenerse para llenar combustible, en lo posible, no acepte. Si acepta, esté atento, porque podrían aprovechar para usar gas que lo adormezca.

No acepte golosinas, cigarrillos, agua, nada.

No permita llamadas. Si es a su base, esté atento a qué dice. Si rocía algo, así diga ‘es ambientador’, bájese.

No enfrente al delincuente. Apenas pueda, pida ayuda a la Central de Emergencia PNP 105.

Denuncie. El valiente testimonio de víctimas que reconocen a su agresor ayuda a que estén en prisión”. Gary tiene razón. Me voy, cuídense.

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