Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por sus ricos tallarines verdes con un bisté apanado. “María, llegó a la Redacción mi amigo, el gran periodista y marketero ayacuchano, Malcom Mendocha. Estaba emocionado. ‘Gary, sigo fascinado. Estuve en el Hotel Los Delfines y ¡después de 25 años!, me reencontré con ‘El torbellino de México’, Alejandra Guzmán, en una cálida conferencia de prensa. Recordé, que en el país ‘charro’, me atendió en los camerinos de su hermosa madre, la actriz Silvia Pinal.
Alejandra Guzmán disfrutaba de la cumbre de la popularidad con el triple Disco de Platino ‘Eternamente bella’, luego ‘Llama por favor’ y pese a todo eso sin poses de diva me dijo: ‘Ándale peruanito, apapáchame. Sé de tu tierra con su milenaria cultura. Algún día agitaré el escenario con mi alma azteca’. Me estremeció su sentimiento y respondí: ‘Así como a tu famoso padre, Enrique Guzmán, te recibiré con una grata sorpresa’. Y me invitaron sabrosas enchiladas.
Enterado del arribo de la glamorosa y desenfadada rockera en español y pop latino, asistí a la reunión de prensa. Con la anuencia de la organización Work Shows, estaba frente a la intérprete de ‘Hacer el amor con otro’ y ‘Mi peor error’.
La traté con reverencia y rememorando le expresé: ‘Reina de corazones, nos juntamos en el DF…’, le brillaron los ojos y exclamó: ‘Órale, clarín’. Entonces continué: ‘Los peruanos somos gente agradecida. He venido a cumplir mi promesa y entregarte con cariño estos aretes de plata fina, con piedrecitas andinas’.
Muy sorprendida, Alejandra Guzmán se inclinó, dejando ver su generosa figura, fantásticos tatuajes en su piel blanca, abrió la cajita y explotó de felicidad: ‘¡Híjole! Están padrísimos, siento hermandad. Ahorita me los pongo, ¡gracias! mi cuate Malcom’. Me abrazó efusivamente con sonoros besos.
Aún impactada por el regalo, mientras respondía una pregunta ¡se colocó los aretes!, moviendo contenta su corta cabellera. Su cadera de titanio no le es impedimento para el derroche de energía e inconfundible voz romántica.
Así iluminó su apoteósico concierto que llevaba el nombre de ‘A+No Poder’, el pasado miércoles 9 de marzo, en el Jockey Club del Perú. Entre voces y acordes inolvidables, sacudió el escenario al ritmo de un cajón peruano. Deleitó al público, hizo bailar, cantar y hasta llorar a sus fans con sus inolvidables ‘Yo te esperaba’ y ‘Volverte a amar’. En Ica, el derroche de energías fue el mismo. Se enfundó con la sagrada rojiblanca. ¡Viva México y Perú, grandes y queridos!” Pucha, el señor Malcom siempre junto a grandes y hermosas cantantes. Me voy, cuídense.