Una mujer encaró al presidente de Rusia, Vladimir Putin, durante una actividad en San Petersburgo el bajo nivel de vida en el país.
“¿Se puede vivir con 10.800 rublos (unos 160 euros)”, le interpeló la mujer al presidente, según las imágenes reproducidas por la televisión rusa.
Putin respondió: “Creo que con muchas dificultades”.
Ante la atenta mirada de un grupo de personas y el servicio de seguridad del Kremlin, la señora volvió a la carga y le recordó su salario presidencial.
“No sólo en mi caso. Hay salarios mucho más altos. El presidente no tiene el sueldo más alto”, replicó el presidente.
También le preguntó ella si sabía cuánto costaba ir a la tienda y comprar productos para un solo día, a lo que Putin respondió afirmativamente.
En una de las raras ocasiones en que Putin departe con la gente en las calles; la mujer también criticó el que los minusválidos reciban pensiones míseras que en caso de un conocido suyo asciende a 3.800 rublos (55 euros).
Según recordó hoy el diario digital Gazeta.ru, en la declaración fiscal de Putin en 2017 figuraba un salario mensual oficial de 720.000 rublos (unos 10.500 euros).
Después de las protestas multitudinarias que provocó en 2018 el aumento de la edad de jubilación, Putin anunció hace un año un nuevo contrato social con los rusos que se cimenta en el lema “a más hijos, menos impuestos”.
Además, en su último discurso sobre el estado de la nación a mediados de enero presentó un nuevo programa de bienestar social para combatir la pobreza y promover la natalidad, a lo que hay que sumar la inclusión en la Constitución de una cláusula sobre que el salario mínimo debe estar siempre por encima del índice mínimo de subsistencia.
Según el Tribunal de Cuentas, más de 12 millones de rusos viven por debajo del umbral de la pobreza, lo que su presidente, Alexéi Kudrin, consideró una “vergüenza”.
Recientemente, el centro sociológico Levada informó de que sólo un 35 % de los rusos confía en Putin, frente al 59 % de 2017.