Los padres de Teresa, una niña de 10 años, aun no logran entender cómo es que su hija falleció a consecuencia del COVID-19. La menor fue llevada al hospital infantil Children’s Hospital of The King’s Daughters, en Virginia (Estados Unidos), por fiebre y un fuerte dolor de cabeza; pero 5 días después murió en la sala de urgencias del mismo nosocomio.
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Según señala el medio estadounidense CNN, los síntomas de la menor empezaron el pasado miércoles 22 de septiembre. Dos días después, luego de consultar al pediatra de la familia, que forma parte de la red del hospital infantil, coordinaron una prueba de COVID-19 para el lunes 27 de septiembre.
Sin embargo, un día antes de realizarle la prueba, el domingo por la noche, Teresa empezó a toser tan fuerte que vomitó. Su madre Nicole Sperry la llevó al hospital, donde le hicieron varios exámenes, así como una prueba de COVID-19, cuyos resultados estaban pendientes.
“Le hicieron una radiografía de tórax y, cuando volvieron, dijeron que no había signos de neumonía por COVID-19, que sus pulmones estaban perfectos. No parecían preocupados”, señaló Nicole a la CNN.
En un período de 24 horas, la menor dejó de respirar, por lo que fue trasladada de emergencia a un hospital local y, finalmente, al Children’s Hospital of The King’s Daughters de Norfolk (Virginia), donde falleció.
Teresa aun no estaba vacunada, pero asistía a la escuela primaria Hillpoint, en Norfolk (Virginia), donde el reglamento exige el uso obligatorio de mascarilla.
“Nuestra hija estaba perfectamente sana”, escribió Nicole en Facebook. “Y seguiría aquí si la gente hubiera dejado de enviar a sus hijos enfermos a la escuela”, agregó.
El Dr. John B. Gordon III, superintendente de la División de Escuelas Públicas de Suffolk, señaló a CNN que existen protocolos implementados en la escuela ante posibles casos de COVID-19.
El protocolo consiste en que el profesor de la clase o un adulto se ponga en contacto con la oficina principal con un “Código C” si un niño se siente enfermo. Uno de los integrantes de la enfermería de la escuela va a la clase a recogerlo. “Todavía estamos investigando para asegurarnos de que este proceso se siguió con fidelidad”, remarcó.
Hasta el último viernes, el Departamento de Salud de Virginia había registrado un total de 12 muertes de niños y adolescentes en el estado desde el comienzo de la pandemia, según declaró a la CNN Logan Anderson, portavoz del departamento. La muerte de Teresa aumenta la cifra a 13.
Seis de esas muertes se produjeron en el rango de 0 a 11 años y siete en el de 12 a 19 años, dijo al medio ya mencionado.