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A través de un tuit Julia contó el calvario que vivió luego que su perrita Juana escapara de una guardería en Rosario, Argentina. La búsqueda, cómo la encontró y el apoyo y soporte de personas extrañas hacen que esta historia sea, sin duda, entrañable.

“Me fui a mi ciudad por el finde largo, y no pude llevar a Juana como hago siempre, así que quedó en una guardería. Me avisaron que se había escapado y no podían encontrarla”, escribió en Twitter y su historia se hizo viral.

Según relató, se encontraba a 100 kilómetros desde donde se perdió Juana y tuvo que ser su novio quien saliera primero a buscarla, pero tras horas sin dar con su paradero, Julia decidió regresar a Rosario, según narra .

Su tuit viral logró que varias personas que no conocía, pero que entendían su dolor y ansiedad, se sumaran a la búsqueda y le enviaran mensajes de apoyo.

De camino a casa, con su padre al volante y su madre de compañía, fueron por un acceso a Rosario distinto al que suelen tomar y, mientras Julia diagramaba un plan de acción de búsqueda, la mamá lanzó un grito esperanzador.

“No agarramos el acceso a Rosario que agarramos siempre. En el estado de alteración, agarramos otro camino, yo venía diagramando una estrategia de búsqueda a ver por dónde arrancaba. Y en eso, mi vieja gritó ‘¡Juana!’ y estaba mi perra caminando por Circunvalación”.

Bajó, sin mirar a los autos ni medir el peligro corrió tras ella, pero Juana se asustó y empezó a huir con mayor vehemencia.

Entonces apareció un patrullero que estuvo apoyando en la búsqueda, le cerró el paso y Juana entró y se acostó en uno de los asientos.

Fueron en total 5 horas que estuvo perdida y 8 kilómetros los que recorrió Juana, pero el destino, la casualidad, las energías, un milagro o algo de suerte lograron que se cruzara en el momento preciso en que Julia iba en auto a buscarla. El reencuentro fue emotivo.

“Llegué yo (en el patrullero) hasta donde estaba ese auto y me reencontré. El llanto era total, mío pero también de los policías, de la gente de los autos que frenaron, de todos. Cargué a Juana en el auto y estamos en casa. Está durmiendo”.

“Algo la cuidó todo el trayecto y la guío a ella hasta mí, a mí hasta ella. Te amo, Juana. Gracias por salvarme una vez más”, cuenta emocionada Julia, tras el susto. En su último tuit informa que Juana está bien y que pronto recibirá supervisión de la veterinaria. Por ahora permanecen sin salir de casa, inseparables.

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