Una joven de 22 años denunció haber sido víctima de una estafa matrimonial, al descubrir que el hombre con el que se casó por casi un año era en realidad una mujer disfrazada para robarle su dinero.
La víctima, cuyo nombre no ha sido revelado, decidió contar el hecho a través de las redes sociales y se volvió viral rápidamente. Ahora, las autoridades de indonesia lograron detener a la estafadora, quien mantuvo secuestrada a su esposa por varios meses, asegura el Daily Star.
Esta pareja se conoció en mayo del 2021 a través de una aplicación de citas, en el que la estafadora aseguraba ser un prominente cirujano y empresario de carbón convertido recientemente al Islam en busca de una esposa.
Tan solo tres meses después de conocerse, ambas se casaron y la joven no sospechó nada.
La pareja se fue a vivir a la casa de la mujer y fue ahí que los padres de la víctima comenzaron a intuir una situación de mentiras, ya que la timadora, identificada con iniciales AA, nunca pudo certificar cómo llegó a ser médico o un empresario.
Fueron los amigos de esta, quienes respaldaban las afirmaciones de la criminal para que no sea descubierta.
Sin embargo, para evitar más cuestionamientos, la estafadora convenció a su esposa de mudarse a vivir a otro lado y se la llevó hasta Sumatra del Sur. Allí la víctima estuvo encerrada casi la mayor parte del tiempo y tenía prohibido interactuar con otras personas, incluso llamar a sus padres.
La mujer también tenía el control de las finanzas de la joven.
Afortunadamente, fue la madre de la víctima quien advirtió a las autoridades de la desaparición de su hija. La policía logró localizarlas y detuvieron a la timadora.
Fue en el primer interrogatorio que descubrieron que el supuesto cirujano y empresario era una mujer disfrazada para robarle su dinero. Según detalló la víctima, su familia fue estafada por más de 300 millones de rupias (más de US$ 20,000).
Ante las abundantes preguntas que surgieron a través de las redes sociales, la joven víctima detalló que su pareja siempre apagaba la luz y le vendaba los ojos antes de mantener relaciones. Algunas veces incluso utilizaban juguetes sexuales.
Ahora, la timadora fue denunciada por varios delitos y podría ser sentenciada a 10 años de prisión.