El exitoso desarrollador de videojuegos Stewart Gildray, de 51 años, no se vacunó contra el COVID-19 por su temor a las agujas y a mediados de diciembre contrajo la enfermedad. La semana que pasó falleció en un hospital de Escocia luego de varios días de internamiento.
A través de su cuenta de Facebook, Gildray fue contando los pormenores de la enfermedad, desde el momento que se contagió, cuando lo trasladaron al hospital y cómo su salud se fue resquebrajando.
El 20 de diciembre reveló que él y su familia estaban contagiados de COVID-19, que sus hijos estaban bien de salud, que no le deseaba a nadie vivir una situación “porque es horrible”. Horas más tarde informaba que la ambulancia llegaba para trasladarlo al hospital.
Ese día más tarde publicó una foto de su mano inyectada y contó que estaba bajo de oxígeno. “Para aquellos que me conocen saben que odio las agujas. Esta imagen muestra lo que estoy pasando ahora mismo para luchar contra esto”, escribió.
La última publicación de Gildray fue en Navidad con dos fotos que lo mostraban con un máscara de oxígeno y agradeció los cientos de mensajes de sus seguidores.
Su esposa Bec explicó a Daily Record el motivo por el que Stewart no se vacunó: “tenía miedo a las agujas. Con toda seriedad, en 25 años no se hizo un análisis de sangre”.
Antes de ser intubado, le dijo que no se preocupara, que estaría bien, que solo necesitaba descansar. “Fue al hospital con baja saturación de oxígeno y pasó de usar una máscara de oxígeno a necesitar intubación”, recordó.
Pese a su aparente buen estado de salud, lo que complicó la situación de Gildray fue una afección pulmonar no diagnosticada previamente que dejó cicatrices en sus pulmones y le quitó la capacidad de respirar por sí mismo.
“Quería jubilarse temprano y pasar más tiempo con nosotros, estar más con los niños. Tenía todos estos planes y el covid lo atrapó. ”Por favor, solo vacúnense”, aconsejó Bec.