Derek Chauvin, el policía acusado de matar a George Floyd. (AFP).
Derek Chauvin, el policía acusado de matar a George Floyd. (AFP).

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La historia de pudo repetirse. Seis personas acusan al agente de policía Derek Chauvin de haber usado la fuerza excesiva durante sus arrestos, señala el diario The New York Times.

Una de ellas es Zoya Code, quien el pasado pasado mes de mayo, estuvo en una posición similar: esposada boca abajo en el suelo, con la rodilla del agente sobre ella sobre ella. Todo ocurrió luego de que Chauvin respondiera a la atención de una disputa doméstica y al llegar obligó a Code a tirarse al suelo cuando ella trató de apartarse.

“Se quedó en mi cuello”, describió la mujer, quien además señala que suplicaba que el agente se apartara. Sin embargo, luego lo retó a que la presionara más. “Entonces, lo hizo, solo para hacerme callar”, narró Code.

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Según los fiscales, Chauvin se arrodilló sobre la espalda de Code, cuando ella estaba esposada y sin poder oponer resistencia física. La mujer dijo en una entrevista que ella comenzó a suplicar: “No me mate”.

Hace una semana, un juez de Minnesota, indicó que los fiscales podían presentar detalles del arresto de Code, en el 2017, en el caso que presentan contra Chauvin por el asesinato de Floyd.

Este es uno de los casos que remontan al 2015 y en los que Chauvin ha sido acusado de uso excesivo de la fuerza durante las intervenciones en las que participaba, sometiendo a las personas arrodillándose y poniendo su rodilla sobre sus cuellos, tal y como lo hizo con Floyd. Sin embargo, los registros policiales revelan que el agente nunca fue amonestado por ninguno de estos incidentes, pese a que dos de los detenidos dijeron haber presentado quejas formales.

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Los detenidos eran dos personas afroamericanas, una latina y un ciudadano estadounidense. De los otros dos detenidos se desconoce su procedencia, señala el diario estadounidense.

Durante entrevistas con el Proyecto Marshall, tres personas que fueron detenidas por el agente de la policía y un testigo del cuarto incidente señalaron que Chauvin era brusco y que daba prioridad a utilizar la fuerza. Además, lo describieron como insensible al dolor ajeno.

En tanto, el agente, que ya ha sido despedido de la policía, ha señalado – a través de su abogado- que el uso de la fuerza en el caso Floyd era razonable. Sin embargo, lo que no dijo es que ha sido objeto de al menos 22 quejas e investigaciones internas en sus más de 19 años como policía, de las cuales solo una vez fue amonestado.

Es importante mencionar que cuatro de las personas que contaron sus experiencias con el agente tenían antecedentes de enfrentamientos con las fuerzas del orden, en su mayoría por delitos de tránsito y no violentos.

Los fiscales aseguran que el primer incidente de violencia que tuvo Chauvin fue el 15 de febrero del 2015, cuando el agente detuvo a Julián Hernández, un carpintero que viajaba por carretera hacia Minneapolis para ver a una banda en el club nocturno El Nuevo Rodeo. Ahí Chauvin trabajó como guardia de seguridad fuera de servicio durante más de 15 años.

En su informe del arresto, Chauvin señaló que Hernández trató de salir del club por la puerta equivocada y que lo detuvo y lo escoltó por una escalera. El informe del agente señalaba que Hernández intentó darse la vuelta cuando se disponía a esposarlo, por lo que lo empujó aplicando presión en su cuello.

En tanto, Hernández reconoce que había estado bebiendo y que sintió que el agente lo empujaba por las escaleras. También dijo que luego “la situación se agravó”.

El latino dijo que el oficial le repetía: “Solo tienes que irte” y recuerda que pensó que estaba tratando de irse, pero que no le permitía hacerlo. Hernández dijo que en ese momento pensó: “Me estás asfixiando”.

Otro es el caso de Jimmy Bostic, que había hecho una compra en un market en abril de 2016 y estaba esperando a que alguien lo recogiera cuando los guardias de seguridad privada le pidieron que se fuera. El propietario de otro establecimiento lo había acusado de mendigar, según el informe del arresto. Bostic no hizo caso por lo que llamaron a Chauvin.

En su informe, Chauvin señala: “Me acerqué a” Bostic, escribió Chauvin, “y aseguré la zona de su cuello y cabeza con las manos”.

En tanto, Bostic declaró en una entrevista que cuando Chauvin y los guardias de seguridad privada intentaron esposarlo, él tiró de su brazo hacia atrás. “Lo siguiente que sentí fue que me rodearon el cuello con los brazos”, dijo. “Empecé a decirle: ‘Suéltame, tengo problemas para respirar. Tengo asma. No puedo respirar’”, agregó.

Nuevamente la defensa de Chauvin alegó que el agente actuó razonablemente y siguió la política policial al someter a Bostic, quien, según él, se negó a seguir órdenes y hacía amenazas.

Bostic dijo que luego de ser liberado tuvo que permanecer internado en un hospital debido a un ataque de asma generado por la violencia con la que actuó el oficial.

“En retrospectiva, yo pude haber sido Floyd”, dijo Bostic a The New York Times, que ahora está en la prisión estatal por una condena de robo no relacionada. “Y yo ya no estaría vivo ahora mismo ni siquiera para contar mi historia”, añadió.

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