Represión y censura a periodistas en la primera semana del Mundial

Antes que iniciara el Mundial Qatar 2022, las denuncias de atropellos a los derechos humanos en el país de medio oriente ya eran conocidas, ampliamente difundidas y severamente criticadas; sin embargo, tanto europeos como latinoamericanos no habían experimentado sin situ la represión de un país de leyes severas e inapelables.

Ahora, con la llegada de miles de turistas, periodistas y personalidades del mundo, se están reportando casos de represión en situaciones comunes y corrientes, como la es pasear con una bandera o grabar para un reportaje en la calle.

Brazalete One Love

Una de las denuncias recurrentes de la comunidad internacional es sobre la represión hacia la comunidad LGTBI en Qatar, por ello varias personalidades y selecciones participantes del Mundial anunciaron que se colocarían el brazalete One Love con los característicos colores de esta comunidad, aunque los países declinaron finalmente por presiones de la FIFA.

En ese contexto, se pudo ver a Nancy Faeser, ministra del Interior de Alemania, y a la exjugadora y periodista de la BBC, Alex Scott, portando dicho brazalete sin problema alguno, pero la misma suerte no tuvo el también periodista danés Jon Pagh.

Pagh comprobó la censura de las autoridades cataríes en primera persona cuando grababa un reportaje para la cadena TV2 Sport en el exterior del hotel donde se aloja la selección de Dinamarca. Entonces, dos policías se acercan y le exigen que se quite el brazalete que llevaba en el brazo izquierdo.

“Respeto que me lo estés diciendo, pero no puedo quitármelo. ¿Por qué no está permitido? ¿Es por los colores?”, pregunta el periodista y uno de los oficiales responde que “sí” e intenta cubrir la cámara para que no lo graben.

Ante la insistencia y la eventual violencia que se podría desatar, el periodista decide quitarse el brazalete.

“Para mí no es política. Son los derechos humanos. Es una prenda de vestir que llevo y que en el mundo occidental y según todos los derechos humanos se me permite llevar. Espero de verdad que nadie se tome esto como un intento de provocar nada”, dijo a la prensa luego.

¿Bandera LGTBI?

Otro periodista fue víctima de la censura luego que funcionarios acreditados por la FIFA le arrebataran una bandera al corresponsal brasileño Víctor Pereira.

¿Su infracción? Mostrar la bandera de su natal Pernambuco, característica por su arcoiris.

Evidentemente, la autoridad pensó que se trataba de la bandera que representa a la comunidad LGTBI y por ello se le quitaron al periodista, pero fueron más allá: le arrebataron también el celular al saberse que eran grabados cuando pisoteaban la bandera.

Pereira les demostró que era una bandera de su país gracias a una búsqueda de Google y se la devolvieron. También le regresaron el celular solo después de borrar las imágenes donde se les ve atentar contra la bandera.

“Hicieron una ceremonia para decir que todos serían bienvenidos y bien recibidos aquí en Qatar y no lo somos. Mira lo que pasé hoy. Hubo momentos de mucha tensión, estaba extremadamente nervioso. En Pernambuco somos muy apasionados. Para mí, pisar la bandera de mi estado es una ofensa. Nunca lo aceptaré”, afirmó el hombre de prensa.

Retenido por policías

El periodista corresponsal de la cadena estadounidense CBS, Grant Wahl, no pudo ingresar al estadio para ver el partido de Estados Unidos contra Gales porque el polo que llevaba puesto tenía los colores alusivos a la bandera LGTBI.

“Tienes que cambiarte la camiseta, no está permitida”, le dijeron los policías cataríes. Además le quitaron el celular y lo retuvieron varios minutos.

“Tomaron mi teléfono a la fuerza y un hombre me exigió con enojo que me quitara la camiseta para entrar al estadio”, señaló el periodista.

Para confirmar que se encontraba bien, después de ser liberado dijo: “Estoy bien, pero fue una prueba innecesaria. Estoy en el centro de medios, todavía con mi camiseta. Estuve detenido durante casi media hora. ¡Vamos, gays!”, expresó Wahl.

Pollo Álvarez

El periodista argentino Joaquín “El Pollo” Álvarez vivió un tenso momento cuando hacía una nota en vivo para el programa “Nosotros a la mañana”, desde Barwa Village, Qatar. Era un enlace como cualquier otro, conversaba con los hinchas sobre la derrota de su selección cuando de repente un hombre vestido a la usanza catarí se le acerca y le extiende una mano, como si le solicitara algo.

Nunca se identificó, pero con el rostro serio parecía exigirle al periodista sus documentos. “No le gustó que esté grabando”, señaló el Pollo Álvarez, quien en un primer momento quiso que se siguiera grabando, pero luego desistió para evitar un problema mayor.

Minutos más tarde, Álvarez pudo restablecer la conexión desde un automóvil en el que se retiraban del lugar.

“Tenemos todos los permisos, no estábamos haciendo nada fuera de lo legal”, dijo y explicó que el sujeto afirmó que en la zona donde grababan era un espacio privado.

Como se ve, son varios periodistas los que han sufrido de diversos ataques que son conocidos gracias a que tienen los medios para hacerlos notar, pero cuántas historias han quedado en el anonimato de turistas que llegaron a Qatar con el entusiasmo del Mundial, pero encontraron solo represión.

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