Una nueva prueba de ADN apuntó como culpable del asesinato de una mujer en 1990 al hombre que fue declarado no culpable en un juicio celebrado en Florida (EE.UU.), aunque las nuevas evidencias no podrán presentarse en otro juicio, informaron este miércoles autoridades locales.
Robert Earl Hayes fue a juicio en dos ocasiones por el asesinato en primer grado de Pamela Albertson, una peluquera de caballos en el hipódromo de Pompano Beach, informó el fiscal estatal del condado de Broward.
Hayes Inicialmente fue condenado y sentenciado a muerte, pero la Corte Suprema de Florida anuló su condena en 1995, después de que un tribunal de apelaciones determinara que algunas de las pruebas de ADN no eran confiables, pues se trataba de un tipo de test que nunca se había usado en el estado.
Un jurado lo declaró no culpable en un nuevo juicio, celebrado en 1997, pero ahora nuevas pruebas de ADN realizadas a pedido del Proyecto Inocencia de Nueva York lo implican de nuevo.
El doble enjuiciamiento prohíbe a los fiscales del condado de Broward volver a juzgar por el homicidio a Hayes, que cumple entre 15 y 45 años en una prisión de Nueva York por homicidio involuntario por la muerte de 1987 de Leslie Dickenson, también peluquera de caballos en el hipódromo de Vernon Downs.
Inicialmente, su muerte se consideró un suicidio, pero el caso se volvió a investigar después del homicidio de 1990.
El recluso fue visto con Albertson justo antes de que ella muriera y fue él quien “descubrió” el cuerpo de Dickenson, aunque finalmente fue condenado por este caso en 2004, después de que se declarara culpable de homicidio involuntario.
El fiscal estatal de Broward, Harold F. Pryor, dijo que la nueva evidencia de ADN “implica” a Hayes en el homicidio de 1990 y que es importante “tratar de responsabilizar al Sr. Hayes, en la medida de lo posible” y que hablarán con la Junta de Libertad Condicional en Nueva York para que el reo no sea liberado de prisión.
Hayes, que ahora tiene 58 años, podría salir en libertad condicional en 2025, pero ahora el fiscal de Broward intenta que no sea así.
Fuente: EFE