Anthony Hopkins ganó el Oscar a mejor actor por la película “El padre” (The father), rol que compartió con la también nominada a mejor actriz de reparto Olivia Colman (perdió frente Youn Yuh-Jung por “Minari”), logrando de esta forma su segunda estatuilla tras el papel de Hannibal Lecter “El silencio de los inocentes” (The Silence of the Lambs) en 1991.
Hopkins, quien a los 83 años es el actor de mayor edad en ganar un Oscar competitivo, superó al fallecido Chadwick Boseman, cuyo papel en “La madre del blues” le valió un Globo de Oro póstumo tras su muerte de cáncer a los 43 años. Además, venció a Riz Ahmed (“El sonido del metal”), Gary Oldman (“Mank”) y Steven Yeun (“Minari”).
Esta es una edición distinta de los Premios Oscar que tuvieron que retrasarse dos meses para intentar esquivar el impacto del coronavirus, han admitido películas en “streaming” entre sus nominadas y han cambiado su sede habitual del Dolby Theatre por una gala que tendrá su centro en Union Station en Los Ángeles.
De esta manera la Academia de Hollywood ha conseguido prescindir de las videollamadas que hicieron de los Globos de Oro, los Emmy y los BAFTA unas ceremonias sin ritmo que registraron mínimos históricos de audiencia.
Concibió, además, toda la producción con los protocolos que han seguido los rodajes durante la pandemia: Los invitados ni siquiera tendrán que llevar mascarilla si están ante las cámaras.
La estética también será de película, pues se retransmitirá en 24 frames por segundo, formato panorámico y empleará encuadres más típicos de un filme que de un programa de televisión.