La nube de polvo del Sahara, que ha concitado la atención mundial en su recorrido por varios países del caribe y el sureste de México, llegará a Estados Unidos y genera preocupación entre las autoridades de salud y meteorológicas del país norteamericano.

El Servicio de Meteorología de Estados Unidos (NWS, por sus siglas en inglés) informó que el polvo del Sahara llegará a la costa de Texas este sábado y generaría cielos nublados, coloridos amaneceres y atardeceres y una reducida calidad en el aire.

En esa línea, Yale Climate Connections advierte que el polvo estará muy concentrado cuando llegue a Estados Unidos y lugares como Texas, Arkansas y Louisiana experimentarían un índice de calidad de aire (AQI) en rango naranja “no saludable para grupos sensibles” o rojo “no saludable”.

La institución recordó un evento similar ocurrió con la llegada del polvo del Sahara en 2018 y que ocasionó “la peor contaminación de aire en Texas y Arkansas”.

Polvo del Sahara y el coronavirus

La región está siendo fuertemente golpeada por el avance del coronavirus (COVID-19) y la llegada del polvo del Sahara, según los especialistas, agrava la situación.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) explica que el peligro de este fenómeno "radica en el contenido de bacterias, virus, esporas, hierro, mercurio y pesticidas que presenta el polvo".

“Estas tormentas cuando logran concentrarse y alcanzar áreas pobladas de Europa y América, pueden provocar la aparición de alergias y crisis asmáticas en muchas personas”, detalla la OMS, según recoge la BBC.

El doctor Luis Antonio Ladino, investigador del Centro de Ciencias de la Atmósfera de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), señaló en conferencia virtual que entre martes y miércoles en Mérida (estado de Yucatán) las partículas que se encuentran en el aire y pueden ser dañinas tuvieron un incremento de 800% respecto a los niveles normales.

La llegada de esta nube de polvo a Cuba también generó atención entre las autoridades que lanzaron una alerta por el aumento de temperaturas y la proliferación de enfermedades respiratorias y de la piel.

Yale Climate Connections agrega que la contaminación del aire generada por el polvo del Sahara agrava los síntomas de COVID-19, “lo que lleva a aumentos en los ingresos hospitalarios por la enfermedad en regiones donde existe mayor concentración de polvo”.

(Con información de EFE).

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