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Rumania y Bulgaria son los países con menor tasa de vacunación de la Unión Europea y un mayor porcentaje de mortalidad. Según La Razón, en Bulgaria solo el 27,9% de la población tiene la inmunización completa y el 40,1%, en Rumania.
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El problema no es el acceso a las vacunas. La Unión Europea dividió de manera equitativa las dosis. Sin embargo, es la población la que duda en inocularse por la poca confianza en el Gobierno, quienes han protagonizado hechos de corrupción en los últimos meses.
Además de Rumania y Bulgaria, los países balcánicos como Serbia, Montenegro, Macedonia del Norte, Albania y Bosnia Herzegovina también cuentan con cifras bajas en la tasa de vacunación.
Sin duda, Europa del Este se ha convertido en el epicentro de pandemia desde hace unos meses, sobre todo tras la expansión de la variante ómicron. Aún así, el movimiento antivacuna continúa haciendo de las suyas.
El corazón de Europa presenta cifras “sorprendentemente bajas”. Por ejemplo, Suiza, uno de los países más ricos, tiene la tasa más baja de Europa Occidental. El 33% de su población no ha recibido ni la primera dosis.
En estos países muchos se ven influenciados por el movimiento Querdenker de Alemania, de posición antivacuna y señala que hay una supuesta especie de “veneno” en las inoculaciones.
Según una encuesta de la Universidad de Erfurt, el 80% de los encuestados indicó que no se quería vacunar por los supuestos riesgos del medicamento, mientras que un 41% consideró “innecesaria” la inoculación.
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