Las protestas en Estados Unidos por la muerte de George Floyd, un afroamericano que perdió la vida a manos de un oficial de policía en Minneapolis, ha traído consigo imágenes impactantes, una de ellas es la de las fuerzas de orden estadounidense dispersando con armas aturdidoras y gases lacrimógenos a grandes multitudes.
Pero el empleo de estas polémicas armas no se reduce al territorio estadounidense. Estas, además, fueron usadas en varias protestas como por ejemplo las manifestaciones de Hong Kong o las de Latinoamérica el año pasado, siendo la más popular la de Chile.
Un reporte del medio estadounidense CNN pone en debate el uso indiscriminado de los gases lacrimógenos, haciendo una comparativa sobre su uso en la guerra y su empleo durante las manifestaciones.
Según el informe, estas armas estarían prohibidas en la guerra según el “Protocolo de Ginebra de 1925” que, tras el fin de la Primera Guerra Mundial, prohibió “el uso en la guerra de gases asfixiantes, venenosos u otros, y de todos los líquidos, materiales o dispositivos análogos”.
Pese a este acuerdo que firmaron varios líderes mundiales, Estados Unidos no lo ratificó en 1975 bajo la presidencia de Gerald Ford, reservándose el derecho a usar agentes antidisturbios para controlar a los “prisioneros de guerra”, entre otras excepciones.
La Convención sobre Armas Químicas terminó por prohibir, en términos generales, “el desarrollo, la producción, el almacenamiento y el uso de armas químicas”. Entre líneas también estaba la prohibición de agentes antidisturbios en la guerra, pero no para “fines de control de disturbios domésticos”.
El gas lacrimógeno, también conocido como agente antidisturbios, es un compuesto químico que irrita los ojos, la nariz, la boca, los pulmones y la piel, según citó CNN a los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos.
Su alta exposición de este agente al cuerpo humano en lugares cerrados pueden provocar efectos a largo plazo, como ceguera, glaucoma o insuficiencia respiratoria, agrega el reporte del medio estadounidense.