Debido a la pandemia por el coronavirus en distintas partes del mundo, muchas personas se han tenido que reinventar para conseguir nuevos empleos. Ese es el caso de la mexicana María Pérez Tavera, quien rompió los estereotipos y ahora se dedica a la albañilería para mantener a sus tres hijos.
En un extenso reportaje del diario Excélsior, la mujer de 42 años indica que es madre y padre para sus hijos y que, pese a que nunca había trabajado, se dedicó a ser albañil desde hace algunos años. Comenzó como ayudante, y poco a poco aprendió a pintar y barrer. Además, tuvo que sacar ese carácter fuerte para no ser acosada en un trabajo que es considerado solo para “hombres”.
“Es un empleo habitual para los hombres, entonces de pronto, trabajando me toca a entrarle a la par como ellos, desde cargar material, desde hacer lo mismo que hacen y a veces tengo que ponerle más empeño, porque si no se hace más complicado, porque por el hecho de ser mujer a veces no nos dan la oportunidad de trabajar”, comentó María al periódico mexicano.
Asimismo, la mexicana, quien es un ejemplo de lucha, le prepara los desayunos a sus hijos y también su mochila con las herramientas necesarias de albañilería: martillos, pinzas, desarmadores, punzones, su ropa de trabajo y botas llenas de mezcla.
“Me dedico al acabado de interiores, ese es mi oficio soy oficial en pintura, medio oficial en pasta y ayudanta de tablaroquero y de pronto hago chambitas extras, pero todo tiene que ver con la construcción”, agrega.
Aunque ha sido muchas veces criticada por, supuestamente, hacer una labor masculina, ella no se amilana: "Tengo yo ese lado femenino, la verdad es que yo llego a la obra, me gusta usar tacones, me gusta usar medias, me gusta usar ropa linda, no. Siempre yo, aunque ande toda polveada me enchino las pestañas, me gusta verme linda”, concluye María, la mujer que rompió los estereotipos en el país azteca.