México. [EFE]. El subsecretario mexicano de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, epidemiólogo encargado de la estrategia contra el coronavirus, aseguró este martes que la reducción en el número de pruebas de COVID-19 en México obedece a una reducción en el número de pacientes.
“En la medida que tenemos menos personas que enferman, hay menos pruebas porque hay menos personas que necesitan que se les realicen pruebas”, aseguró López-Gatell en la conferencia de prensa matutina del presidenta de México, Andrés Manuel López Obrador.
El epidemiólogo señaló que algunos medios de comunicación tienen “la idea” de que en México “se reducen los casos registrados porque se reduce el número de pruebas”, pero defendió que la realidad “es exactamente al revés”.
Es más, el subsecretario aseguró que el porcentaje de muestreo, es decir el número de pruebas en función de los enfermos, se acerca al 100 %, por lo que “se está haciendo más pruebas pero hay menos” enfermos.
Y es que con 563.705 contagios confirmados y 60.800 defunciones en el país, el subsecretario asegura que hay “una clara tendencia de descenso” de la pandemia en el país, donde 28 de los 32 estados acumulan el menos dos semanas de reducción de contagios, hospitalizaciones y fallecimientos.
Sin embargo, el pasado viernes la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió que en México “solo” se hacen tres pruebas por cada 100.000 habitantes y que la situación de la pandemia en el país es “compleja” porque su escala está “subrepresentada”.
El mecanismo de rastreo en México ha causado polémica desde la llegada del virus en febrero pasado por ser uno de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) que menos pruebas diagnósticas realiza a la población.
Varias investigaciones periodísticas basadas en certificados de defunción apuntan que el número de fallecidos en lugares como la capital podría ser el doble o el triple al registrado.
López-Gatell siempre ha admitido el subregistro y ha defendido que es “imposible” medir el número exacto de contagios de una epidemia, por lo que las autoridades sanitarias se centraron en preparar a los hospitales para los casos más graves.
Este mismo martes, se congratuló de que solo están ocupadas el 37 % de las camas de hospitalización general y el 32 % de las camas de terapia intensiva gracias a los esfuerzos para conseguir equipos.
Según la Universidad Johns Hopkins, México es el tercer país del mundo con más fallecidos, por detrás de Estados Unidos y Brasil, y ya superó los 60.000 fallecidos, un umbral que las autoridades mexicanas habían catalogado hace semanas como “catastrófico”.