El narcotraficante y cabecilla del Cártel de Sinaloa más buscado de México, Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán Loera, fue apresado en Guatemala el 9 de junio de 1993 junto a otras cinco personas, entre ellas María del Rocío del Villar Becerra, su pareja sentimental.
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El ‘Chapo’ era buscado por el asesinato del cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo, quién falleció el 24 de mayo del 93 en el aeropuerto de Guadalajara en medio de un conflicto armado entre el Cártel de Sinaloa y los hermanos Arellano Félix de Tijuana.
En ese entonces, la primera captura del narcotraficante de 36 años y sus declaraciones a la prensa donde afirmaba que “era agricultor” acapararon los medios en su totalidad, logrando que las otras cinco personas capturadas pasaran desapercibidas.
Si bien se sabía que el ‘Chapo’ tenía una obsesión por las mujeres y que su primera esposa fue Alejandrina Salazar, con la que tuvo tres hijos, al momento de su captura María del Villar era quien lo acompañaba.
La mujer de Guzmán estaba acusada de ser responsable de delito contra la salud por posesión de cocaína y diazepam, medicina utilizada mayormente para calmar la ansiedad o el control del sueño.
Originaria de Aguamilpa, Nayarit-México, donde el narcotraficante tenían un centro de operaciones, María del Rocío fue la única mujer recluida en la cárcel de máxima seguridad de Almoloya de Juárez, junto a el Chapo.
Esto se descubrió en abril de 1994 durante una misión de distintos representantes de organizaciones de derechos humanos que averiguaban este caso.
Según afirmó la revista Proceso de México, dentro del centro penal la pareja de Guzmán casi no hablaba con nadie, se pasaba la mayor parte del tiempo leyendo y dentro de su celda. Ella se encontraba en una de las celdas que antes la utilizaban para enfermos mentales.
El nombre de María del Rocío aparece en el diario de debates de la Cámara de diputados del 24 de junio de 1993. En la sesión se discutió la violación de los derechos humanos por permitir que la recluyeran en dicho centro.
“Haber permitido el ingreso de María del Rocío Villar Becerra, constituye una violación a los derechos humanos y a las normas constitucionales contempladas en el artículo 18 de la Carta Magna, que establece: “Las mujeres compugnarán las penas en lugares diferentes a los destinados a los hombres”. Para tal efecto, como mujer y como diputada, exijo la investigación de esta violación y su inmediata reparación. No es factible combatir el delito con el delito, ni sustituir la racionalidad por un absurdo y arbitrario ejercicio de fuerza pública”, dijo durante la sesión Luisa Álvarez Cervantes, entonces legisladora.
De María del Rocío Villar Becerra no se sabe mucho y dos años después de la primera captura de Guzmán, en 1995, el narcotraficante fue trasladado a la cárcel de máxima seguridad de Puente Grande, Jalisco un estado del oeste de México, abandonándola a su suerte.
En ese centro penal ‘El Chapo’ conoció a Zulema Hernández, una reclusa del anexo de mujeres de dicha cárcel que fue condenada por secuestro y robo. Su relación duró hasta el año 2001 que fue cuando Guzmán Loera escapó.