Estados Unidos informó que solo durante febrero de este año, más de 9 mil menores intentaron cruzar al país. Estas cifras han ido en aumento hasta llegar a ser calificadas como “abrumadoras”, aunque las autoridades aún no la considera como una “crisis”.
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Jen Psaki, vocera de la Casa Blanca, mencionó que hay más niños cruzando la frontera de los que pueden recibir. Solo en febrero de este año fueron no menos de 9.400 menores de edad interceptados en la frontera. En enero, la cifra superó los 5.800 niños, por lo que, en porcentaje, el incremento ha sido de un 60%.
Pese a que las cifras son altas, el número más álgido de ingresos de menores de edad por la frontera en los últimos tres años se dio en mayo del 2019, cuando se reportaron aproximadamente 12 mil niños en un solo mes.
“Este año se registrará los números más altos observados en más de 20 años”, confirmó Russell Hott, funcionario de alto rango del área de migraciones a The Washington Post.
Proceso
Cuando los menores son interceptados en la frontera, las autoridades de la zona, los transfieren a unas celdas de la Agencia de Aduana y Patrulla Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) por 72 horas como máximo, según se estipula en la ley.
Las necesidades de los niños, después de ser retirados de aquellas celdas, la asume el Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS). Tras ellos se les asigna un trabajador social que los ubican en hogares de familias que los acogen, mientras sus casos son revisados por los tribunales de inmigración.
Antes de ser derivados a alguna familia, los niños viven un mes aproximadamente en el HHS, donde hay disponibles 13 mil camas para los menores. Hasta el lunes 8 marzo había 8.100 niños instalados, las autoridades afirman que las camas se estaban agotando demasiado rápido.
Ya se han reportado más de 3200 celdas con niños dentro que tienen retenidos más de 72 horas retenidos. Aquellas celdas son poco apropiadas para menores de edad, según indicaron los activistas defensores de los derechos humanos.
“Están trabajando diariamente en asegurarnos de que estamos manteniendo a estos niños seguros y trasladándolos tan pronto como es posible de instalaciones de la Patrulla Fronteriza a refugios donde tengan acceso a recursos educativos, de salud, mentales, legales, etc.”, indicó Jen Psaki.
Crítica
Los miembros del Partido Republicano afirmaron que al disipar las normas estrictas relacionadas con la migración establecidas por Donald Trump, podría causar una emergencia fronteriza.
Actualmente y desde mediados de febrero hay 700 adolescentes sobreviviendo en las instalaciones de emergencia utilizada por el gobierno de Donald Trump, en unas carpas grandes instaladas en Texas, cerca de la frontera con México.
“La gran diferencia con respecto al gobierno de Trump es que más niños están siendo admitidos en suelo estadounidense en lugar de expulsados bajo una orden de salud pública por causa del covid-19. Creemos que esa política era inhumana”, explicó Psaki con respecto a la situación.
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