Nelly Cuéllar es la madre de Javier Mauricio Ordóñez, un niño que murió a los 14 años tras ser víctima del más grande asesino serial de Colombia: Luis Alfredo Garavito. Esta semana, ella se pronunció en los medios de comunicación ante la posibilidad de que el violador de su menor hijo salga libre.
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“Mi hijo fue violado, maltratado y asesinado. A él lo encontraron en las afueras de Morelia, junto con más niños, ya todos cadáveres. Yo le nombro a ese tipo el psicópata de Garavito”, dijo Nelly Cuéllar Méndez a Noticias Caracol, quien recuerda el fatídico suceso ocurrido hace 22 años.
Javier y su madre provenían de un hogar de bajos recursos en la provincia de Florencia, Caquetá. El menor apoyaba a su mamá cuidando motos. En ese trabajo fue contactado bajo engaños por Garavito.
“Mi hijo estudiaba en el barrio Juan XXIII, cursaba sexto de bachillerato y en la tarde cuidaba motos en el antiguo Mercafam, aquí en Florencia frente a la galería central. Él me colaboraba mucho, era muy juicioso mi niño y buen estudiante”, recuerda nostálgica Nelly.
Ante la noticia propalada recientemente por el programa ‘Los Informantes de Caracol Televisión’, sobre la posibilidad de que Garavito quede en libertad, la madre hizo un llamado a las autoridades.
“Yo pido y hago un llamado ante el país y al mundo, también a los padres y madres que fueron víctimas; por favor, unamos fuerzas para volver a demandar a ese psicópata. Garavito no puede salir libre (...) ese tipo no merece salir de la cárcel, tiene que pagar su castigo fuerte”, subraya.
EL CASO GARAVITO
El País señaló en un artículo que el confeso asesino en serie actuó en 11 de los 32 departamentos de Colombia e incluso llevó su estela de terror a Ecuador, donde violó y asesinó a cuatro niños entre 1990 y 1999.
Garavito solía disfrazarse de indigente, sacerdote o persona con discapacidad para acercarse a fundaciones que trabajaban con niños, la mayoría humildes.
Uno de los casos más recordados ocurrió en Pereira, en Colombia, donde fueron hallados los cadáveres de al menos 20 niños. Ese fue el detonante para la captura del hombre que comenzó admitiendo esos asesinatos y, al terminar el interrogatorio, ya había confesado ser el autor de 189 homicidios.
Alfredo Garavito tiene el efecto del terror inmediato para los colombianos. Tan solo al mencionar su nombre se recuerda la historia de uno de los peores asesinos en serie que ha tenido el país.
En el año 2000 fue condenado a 40 años (la pena máxima en Colombia) por el asesinato y la violación de 189 niños, de entre ocho y 16 años de edad, crímenes que cometió en menos de diez años.