La muerte del médico, Wenliang, que alertó del nuevo coronavirus sacudió a la opinión pública china y obligó este viernes a las autoridades a reaccionar, mientras que la Organización Mundial de la Salud (OMS) advertía de la escasez de material contra la epidemia.
El oftalmólogo Li Wenliang, de 34 años y que trabajaba en Wuhan, alertó a finales de diciembre sobre la aparición del virus en esa ciudad. Fue sancionado por ello. Su muerte, a causa de la infección, provocó duros comentarios en las redes sociales.
“Es un héroe que dio la alarma y lo pagó con su vida”, escribió uno de sus colegas de Wuhan en la red social Weibo. La etiqueta “pedimos libertad de expresión” surgió en las redes, y fue censurada.
La amplitud de las críticas llevó a las autoridades a lamentar públicamente la muerte del doctor, algo inédito, y a anunciar el envío de una misión a Wuhan “para llevar a cabo una investigación exhaustiva sobre temas relacionados con el doctor Li Wenliang planteados por las masas”.
El contagio del nuevo coronavirus ha matado a más de 630 personas y contagiado a más de 31,000 en China. Unas 56 millones de ciudadanos están virtualmente retenidos en sus domicilios. En el resto del mundo, se han confirmado 240 casos de contagio en unos 30 países y territorios, dos de ellos mortales en Hong Kong y Filipinas.
El presidente estadounidense, Donald Trump, conversó telefónicamente con su homólogo chino, Xi Jinping, al que felicitó por un “trabajo muy profesional”. “Están trabajando muy duro y creo que están haciendo un trabajo muy profesional”, dijo el mandatario a periodistas en la Casa Blanca.
Xi le aseguró a Trump que China era “totalmente capaz” de derrotar a esta nueva epidemia, y pidió a Washington, que niega la entrada a su territorio a los extranjeros que pasan por China, a que reaccione “de forma razonable”, según medios chinos.
Estados Unidos “está preparado para gastar hasta 100 millones de dólares de los fondos existentes para ayudar a China y otros países afectados”, declaró el secretario de Estado, Mike Pompeo.
Alerta sanitaria en Chile
Cientos de turistas a bordo de tres cruceros están bloqueados en Asia por la aparición del virus. En uno de ellos, atracado en Yokohama (suroeste de Tokio), un argentino dio positivo en un test, primer caso confirmado de un latinoamericano diagnosticado con el nuevo coronavirus.
Chile decretó alerta sanitaria en todo el país, aunque por ahora la infección no ha aparecido en la región latinoamericana. Mientras que la hipótesis de que el virus provendría de un murciélago parecía confirmarse, científicos chinos anunciaron este viernes que el pangolín podría ser el “huésped intermedio” que transmitió el agente infeccioso a los humanos.
Un alto funcionario provincial reconoció el jueves que el personal médico no daba abasto y carecía de equipos para protegerse del virus.
Cruceros bloqueados
Una falta de material que podría tener un alcance global, advirtió este viernes el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus. El mundo enfrenta “una escasez crónica de equipos de protección personal” contra el virus, avisó.
Muchos países han aumentado las restricciones a la entrada de personas procedentes de China y desaconsejan viajar al país. Otros siguen evacuando a sus ciudadanos de Wuhan, como Canadá, que este viernes recibió a un avión con casi 180 ciudadanos repatriados.
Miles de viajeros y tripulantes están confinados en dos cruceros en Asia. En Japón, el “Diamond Princess” sigue en cuarentena después de la confirmación de 61 casos a bordo, entre ellas un pasajero argentino, según el ministerio de salud japonés. Unas 3,700 personas están enclaustradas en sus camarotes.
En Hong Kong, unas 3.600 personas corren la misma suerte en el "World Dream", después de que tres personas que fueron pasajeros del barco dieran positivo.
Según un comunicado de las autoridades japonesas, otro crucero, el "Westerdam", se dirige a Japón con al menos un caso confirmado a bordo.
La parálisis se prolonga
En las últimas 24 horas, el número de víctimas de la epidemia aumentó en 73 muertos en China continental, incluidos 69 en Hubei. Las autoridades contabilizaron 3,143 nuevos casos de contagio.
La tasa de mortalidad del nuevo coronavirus, alrededor del 2%, sigue siendo muy inferior a la del SRAS (Síndrome Respiratorio Agudo Severo) que causó la muerte de 774 personas en todo el mundo en 2002-2003.
La economía china podría verse afectada por mucho tiempo, debido a que en numerosas provincias la mayoría de las empresas y fábricas no reanudarán sus actividades antes del 10 de febrero, en el mejor de los casos.
El gigante automotor japonés Toyota anunció este viernes un nuevo aplazamiento de una semana, hasta el 16 de febrero incluido, de la reanudación de la producción en sus fábricas en China.