La compañía espacial estadounidense Blue Origin, fundada por el jefe de Amazon, Jeff Bezos, concluyó este martes con éxito un nuevo vuelo de prueba de su pequeño cohete de turismo espacial, aunque aún no hay fecha prevista para el primer vuelo con pasajeros.
La cápsula New Shepard fue propulsada hasta la frontera del espacio por un pequeño cohete reutilizable que retornó y aterrizó en vertical y cuyo vuelo fue el séptimo consecutivo.
La cápsula, en la que podrán viajar un día hasta seis pasajeros, alcanzó una altitud de 107 kilómetros, según los datos preliminares.
Luego, volvió a posarse en medio de una nube de polvo en el desierto del oeste de Texas, frenada gracias a paracaídas. El tiempo total de vuelo fue de 10 minutos y 15 segundos.
Blue Origin dio a conocer previamente el interior de la nave: seis asientos, respaldos horizontales, ventanales muy grandes y una iluminación cuidada, equipada con múltiples cámaras para inmortalizar los pocos minutos en que los “turistas” flotarán en la cabina para admirar la curvatura de la Tierra.
Este verano boreal, el competidor Virgin Galactic también mostró el interior de su propia nave, que se supone que algún día llevará igualmente a pasajeros particulares unos minutos hasta la frontera del espacio.
Pero ninguna de las compañías ha anunciado el inicio de los vuelos comerciales, que son esperados desde hace años.
Mientras transcurre esa espera, Blue Origin ofrece a los clientes un banco de pruebas para equipos espaciales. El martes, el cohete se utilizó para probar dispositivos que desarrolla la NASA para ayudar a los futuros astronautas a aterrizar en la Luna.
Fuente: AFP