Israel volvió casi a la normalidad este domingo, cuando faltan 15 días para las elecciones, gracias a las nuevas medidas para salir del confinamiento que permiten el retorno a la escuela, sentarse en un café o comer en un restaurante.
Estas medidas, aprobadas por el gobierno el sábado por la noche, eran muy esperadas por los israelíes desde la salida gradual del país de su tercer confinamiento, a mediados de febrero, que fue posible gracias a una campaña de vacunación masiva.
“Abierto” o “Vuelta a la normalidad, con precaución” titulaban los principales diarios nacionales.
“Es un gran día, abrimos los restaurantes con el pasaporte verde, estamos volviendo a la vida”, dijo el primer ministro Benjamin Netanyahu el domingo, sentado en una terraza soleada en un café de Jerusalén junto al alcalde de la Ciudad Santa, Moshe Leon.
El sábado los israelíes todavía debían tomar su café para llevar pero desde el domingo pueden sentarse en la terraza.
Y los bares y restaurantes ya pueden reabrir para los que tengan el llamado “pasaporte verde”, un permiso que se concede a las personas que han recibido dos dosis de la vacuna o se han curado del COVID-19.
Esta reapertura llega en el momento oportuno para Netanyahu, que juega a fondo la carta de la “Vaccine Nation” (“el país de la vacuna”), una vuelta a la normalidad favorecida por la vacunación masiva, en un intento de ganar las legislativas del 23 de marzo, las cuartas en menos de dos años.
Los últimos sondeos otorgan a su partido, el Likud (derecha), el primer puesto, pero sin el apoyo suficiente, de momento, para formar gobierno con sus aliados.
Más de la mitad de los 9,3 millones de habitantes de Israel recibieron una primera dosis de la vacuna de Pfizer/BioNtech, a la que Israel tiene acceso privilegiado en virtud de un acuerdo para compartir datos biomédicos sobre los efectos de la vacunación. Y alrededor del 40% de los israelíes recibieron la segunda dosis.
Aeropuertos, restaurantes y variantes
Según las nuevas medidas para aliviar las restricciones que entraron en vigor el domingo, los escolares podrán volver a las aulas en las zonas donde el índice de contaminación siga siendo bajo.
También se han suavizado las restricciones en los lugares de culto: 50 personas al aire libre y 20 en el interior. También reabren los salones de recepción y comedores de los hoteles, que podrán acoger hasta el 50% de su capacidad, con un máximo de 300 personas.
Los actos culturales y deportivos y las conferencias podrán reanudarse con un máximo de 500 personas en el interior y 750 en el exterior, previa presentación del “pasaporte verde”.
El aeropuerto Ben Gurión de Tel Aviv, cerrado desde finales de enero salvo para los vuelos de carga y los especiales que permiten el regreso a casa de un máximo de 200 personas al día, aumentó su capacidad a mil viajeros diarios procedentes de Nueva York, Fráncfort, París, Londres, Kiev, Toronto y Hong Kong.
Se espera que esta cifra aumente a 3.000 a mediados de la semana.
La campaña de vacunación, que comenzó el 19 de diciembre, redujo el número de infecciones de un pico de 10.000 al día a mediados de enero a unas 3.600 al día la semana pasada, con una disminución de las tasas de positividad de las pruebas.
Sin embargo, a pesar de este descenso, los funcionarios de salud pública siguen siendo cautelosos, especialmente porque el número de personas que se vacunan está empezando a estabilizarse y las variantes del virus siguen circulando.
“Si no actuamos con responsabilidad, si no seguimos las directrices, existe la posibilidad de un cuarto confinamiento antes de las elecciones”, advirtió este fin de semana Nachman Ash, el coordinador de la lucha contra el coronavirus.
Fuente: AFP