Londres [AFP]. Un adolescente con trastornos de personalidad que empujó a un niño pequeño desde lo alto del museo londinense Tate Modern, en el Reino Unido, había advertido meses antes a sus cuidadores de su intención, informaron medios británicos el viernes, dando pie a una polémica.
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Durante su juicio en Londres en diciembre, Jonty Bravery, que ahora es mayor de edad pero tenía 17 años en el momento de la agresión en agosto de 2019, se declaró culpable de haber empujado desde la décima planta al pequeño, un turista francés de seis años que visitaba el museo con su familia.
El niño, que aterrizó unos 30 metros más abajo sobre un tejado de la quinta planta, sufrió una hemorragia cerebral y fracturas en la columna vertebral, las piernas y los brazos. Sigue sin poder beber, ponerse en pie o mantenerse concentrado, según su madre.
En el otoño de 2018, el agresor, que sufre autismo y trastornos de personalidad, había advertido a sus cuidadores que planeaba matar a alguien de este modo, según una grabación publicada por la radio BBC y el diario Daily Mail.
“En los próximos meses, tengo en mente que debo matar a alguien”, se le oye decir, afirmando buscar un edificio alto de la capital. “Puede ser cualquier sitio mientras sea un lugar alto, podría subir, visitarlo y empujar a alguien desde allí”, agrega.
La sentencia de Bravery debe conocerse el 17 de febrero.