Debido al fuerte impacto de la pandemia, España registró este mes un aumento de más de 25.000 desempleados, la peor cifra de desempleo desde el 2012, según indicó el Ministerio de Trabajo y Economía Social en Madrid. Pero la crisis sanitaria por el nuevo coronavirus no solo aumentó las deudas de los españoles y les quitó el trabajo, también incrementó los niveles de precariedad en trabajadores de Ucrania, Francia, Estados Unidos, entre otros países.
MIRA: Coronavirus: El crimen organizado se centrará en vacunas, advierte Interpol
Según el Banco Mundial, con la crisis que se generó tras la aparición del Covid-19, en 2021 habrá 150 millones de personas en extrema pobreza. Ocho de cada diez nuevos pobres estarán en países con ingresos medios.
ESPAÑA
Alrededor de 3,85 millones de personas están registradas en las oficinas de desempleo, 653.000 españoles más que el año anterior, según el Ministerio de Trabajo y Economía Social. La cifra supone un aumento del 20,4%.
A finales del tercer trimestre, la tasa era del 16,26 %, según el Instituto Nacional de Estadística español. En noviembre, mes marcado por el aumento de las restricciones para frenar la segunda ola del coronavirus, 25.269 personas se registraron en las listas de desempleo, según el Ministerio de Trabajo y Economía de Madrid.
Además, 746.900 personas se encontraban en los planes subsidiarios de desempleo parcial habilitados por el gobierno a comienzos de la crisis. Estos planes, que han llegado a proteger a alrededor de cuatro millones de trabajadores en el punto álgido de la crisis, se prolongaron hasta finales de enero, tras un acuerdo entre el Gobierno y los sindicatos.
En el segundo trimestre, la pandemia destruyó un millón de empleos en España, donde se hallaba un tejido productivo muy dependiente del turismo y los servicios. Ahora, su economía será de las más castigadas por el Covid-19. Según las previsiones del Fondo Monetario Internacional, España sufrirá un retroceso del 12,8% del PIB este año.
BRASIL
A este país de 209.5 millones de habitantes, la crisis sanitaria ha golpeado de lleno su economía. Hoy es el segundo país con el balance más letal de la pandemia, detrás de Estados Unidos, con casi 174.000 víctimas mortales de Covid-19.
En Brasil, uno de los diez países más desiguales del mundo, según el Banco Mundial, el desempleo alcanzó un récord de 14,6 %, con 14,1 millones de personas en busca de trabajo y casi 6 millones que dejaron de hacerlo por falta de oportunidades.
El dinero no es mucho. Los subsidios básicos a desempleados de 600 reales (397 soles) se redujeron a la mitad en septiembre, en medio de disputas que surgieron en contra del manejo financiero del presidente Jair Bolsonaro durante su Gobierno.
El número de brasileños que se benefician de la ayuda gubernamental es casi el doble, en comparación con el de trabajadores formales. Según la AFP, los expertos dicen que la pandemia solo ha empeorado las cosas, y golpeando más a los pobres en términos económicos y sanitarios.
ESTADOS UNIDOS
Estados Unidos, el país del mundo con más muertos por el Covid-19, enfrenta un desempleo del 6,9%, el doble de la tasa anterior a la pandemia. Su crecimiento registrado en el tercer trimestre de este año se mantiene por debajo del 2,9%, en comparación con el tercer trimestre de 2019.
Las cifras semanales de solicitudes de ayudas por desempleo, que toman el pulso de la situación del mercado laboral de Estados Unidos, han estado marcadas por errores durante la pandemia, dijo el lunes una agencia del gobierno federal.
Estos datos, que compilan información registrada por el Estado, a veces han inflado y a menudo subestimado el número de personas que solicitan beneficios por desempleo. La agencia federal señaló que tal situación ya no lo convierte en un indicador fiable.
Si hubiese que destacar una cifra, sería la de los 20,5 millones de empleos desaparecidos en abril en Estados Unidos, informó AFP.
MÉXICO
Jesús Yépez, guía turístico mexicano de 60 años, lo ha perdido todo. Él guiaba a los turistas en el Templo Mayor azteca de la Ciudad de México, pero, cuando los sitios arqueológicos cerraron en la primavera y fue expulsado de la vivienda que alquilaba en el barrio histórico de México, se encontró en un albergue para indigentes.
Hoy, Jesús es sólo la sombra de lo que fue: ha adelgazado y no logra dormir. Los médicos le han diagnosticado depresión y neuropatía. “Dios mío, ven ya por mí, ya no soporto esto”, lamenta con voz quebrada. Por mientras, sus pocos ahorros se van evaporando. “(El gobierno) sólo me dio 3.000 pesos (511 soles) en estos más de 100 días que no sirven para retomar la vida”, expresa resignado.
Según informó la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en octubre, la tasa de desempleo en México este año puede alcanzar el 1.7 % de la Población Económicamente Activa (PEA). Es decir, 6 millones de personas quedarían desempleadas.
La organización también apunta a que la economía mexicana crecerá 3,6% en 2021, tras contraerse un 9,2% este año, pero advierte que el mayor desafío será contener nuevos brotes de Covid-19.
La pandemia ha dejado casi 106.000 muertes en México, el octavo país con más defunciones por 100.000 habitantes. Además, se han registrado 1,1 millones de contagios, informó AFP.
FRANCIA
Antes, Xavier Chergui, francés de 44 años, trabajaba como “extra” en el sector de distribuciones en el pueblo de Neuilly-sur-Marne. Podía ganar hasta 4.000 euros (17.440 soles). Durante el primer confinamiento, que ha supuesto el fin de sus contratos, quedó hundido en la precariedad.
Xavier esperaba volver tener empleo al final del verano con excepción de “algunos días de trabajo”, pero eso no fue posible, pues el segundo confinamiento del otoño en Francia le quitó cualquier “perspectiva de futuro próximo”, expresó.
Este padre de dos hijos cuya esposa no trabaja, acumula las deudas. “Estoy atrasado con el alquiler y la luz. Hay que pagar también el crédito del coche”, comentó Xavier.
Subsiste gracias a las ayudas del Estado, el Ingreso de Solidaridad Activa (RSA, por sus siglas en francés), que garantiza en Francia un ingreso mínimo de las personas sin recursos, y que asciende a 1.400 euros (6.104 soles) al mes.
Según el Instituto Nacional de Estadística (INSEE), en el tercer trimestre, la tasa de desempleo del país alcanzó su nivel más alto en dos años, debido a la crisis económica por la pandemia. Además, la tasa de desempleo en Francia saltó al 9,0% desde el 7,1% del segundo trimestre, su nivel más alto desde el tercer trimestre de 2018.
COLOMBIA
“Ya no tenía trabajo para pagar más el arriendo”. A los 26 años, el colombiano Roger Ordóñez ha tenido que volver a casa de sus padres en Bucaramanga (noreste de Colombia).
Desde que en julio perdió su trabajo de asistente de vuelo en la compañía aérea Avianca, ha intentado buscar un empleo en el mismo sector. Aunque Colombia reanudó los vuelos el 1 de septiembre, no ha encontrado vacantes en las aerolíneas nacionales y tampoco ha podido aplicar a dos puestos que encontró en Perú y Chile, porque no es residente de estos países.
En Avianca, ganaba alrededor de 1.000 dólares (3.610 soles), pero luego de casi cinco meses desempleado ha reducido su expectativa salarial: “Incluso un salario mínimo de 250 dólares (902.5 soles) me serviría, pero nada”, dice.
En Colombia, el desempleo registrado fue de 14,7% en octubre de 2020, contra 9,8% en el mismo periodo de 2019. Alrededor de 3,6 millones de personas buscaban empleo, mientras que la inactividad laboral afectaba a 15 millones de estas, según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE).
La cuarta economía latinoamericana entró en recesión por primera vez en dos décadas en el tercer trimestre de 2020 y registra un desempleo urbano del 16,8%.
El índice de desocupación urbano, que sirve de referencia para el mercado, se mide en las 13 principales ciudades y áreas metropolitanas, donde se concentra la mayor parte de los 50 millones de colombianos.
Colombia es el cuarto país de la región con mayor número de muertos, 36.584 víctimas mortales de Covid-19, y la tercera nación con más contagios, 1.308.376 casos. Desde septiembre, el Gobierno puso fin al confinamiento.
UCRANIA
Natalia Murashko, informática ucraniana de 40 años, trabajó en una agencia de viajes estadounidense por cuatro años y tenía un buen sueldo. Pero en abril, la despidieron de un día para otro. “Fue un golpe”, expresó.
Formar parte de esta casta de informáticos ucranianos que pueden ganar varios miles de dólares se le había hecho una costumbre. Murashko, que tiene a su cargo dos adolescentes y una madre de 72 años, perdió su nivel de vida y parecía que se le habían cerrado las puertas, ni siquiera para generar ingresos con un salario mínimo de 300 euros (1299 soles) en su país.
Su situación mejoró, al conseguir un trabajo donde gana 10 % más, un sueño para muchos ucranianos que forman parte de los millones de desempleados. Según la plataforma mundial de datos CEIC Data, la población desempleada ucraniana va en aumento desde 2019, cuando se registró más de 40 millones de desempleados.
De acuerdo con el portal, la tasa de desempleo en Ucrania aumentó a 9,80 % en junio de 2020, en contraste con los 8,5 % registrados en inicios de pandemia. También se reportó que los ingresos mensuales estuvieron en 429 dólares (1.548 soles) en octubre de este año.