El juez brasileño Sergio Moro emitió una orden de prisión contra el expresidente Lula da Silva, condenado a 12 años y un mes de cárcel por corrupción, dejándole la posibilidad de entregarse voluntariamente en un plazo de 24 horas.
El partido de los Trabajadores (PT) del exmandatario Lula da Silva (2003-2010) convocó de inmediato a una "movilización general" contra la detención de su líder.
Moro, emblema de la operación Lava Jato, indicó en su decisión que le concede a Lula da Silva, "en consideración de la dignidad del cargo que ocupó, la oportunidad de presentarse voluntariamente" ante la Policía Federal de Curitiba antes de la mañana del viernes, o sea, tiene 24 horas.
Lula da Silva, de 72 años, favorito en todos los sondeos para las elecciones presidenciales de octubre, ha mantenido silencio hasta el momento.
Poco después de la orden, se vio salir al exmandatario Lula da Silva en automóvil del Instituto Lula en Sao Paulo.
La medida sorprendió por su rapidez, menos de 24 horas después de que el Supremo Tribunal Federal (STF) rechazara por un estrecho margen de 6-5 un recurso de la defensa de Lula da Silva (2003-2010) para recurrir la sentencia en instancias superiores en libertad.
La orden de Moro se dio tras haber sido autorizado a emitirla por el tribunal de apelaciones de Porto Alegre, que ratificó su condena en enero.
Uno de los abogados de Lula da Silva, José Roberto Batochio, lamentó la decisión, que a sus ojos no respeta la posibilidad de presentar unos últimos recursos. "Estamos en un estado de derecho, los poderes tienen sus propias atribuciones", dijo el letrado a la televisión Band Nuews.
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