Imágenes de satélites espía de la época de la Guerra Fría han mostrado a los científicos que los glaciares de la Cordillera del Himalaya ahora se derriten al doble del ritmo de antes.
La cordillera asiática, que incluye al Monte Everest, ha perdido hielo a un ritmo de aproximadamente 1% al año desde el 2000, según un estudio publicado el miércoles en la revista Science Advances.
“La cantidad de hielo (perdido) asusta, pero lo que asusta mucho más es que se duplica el ritmo de deshielo”, dijo Josh Maurer, investigador de glaciares en el Observatorio Terrestre Lamont Doherty de la Universidad de Columbia y principal autor del estudio.
El Himalaya, parte de un área conocida como “el tercer polo” por la cantidad de hielo que tiene, sólo tiene 72% del hielo que tenía en 1975. Ha estado perdiendo aproximadamente 8.300 millones de toneladas de hielo al año, comparadas con los 4.300 millones de toneladas que perdía al año entre 1975 y 2000, según el estudio.
El deshielo himalayo no contribuye mucho a que aumente el nivel del mar, dijo Mauer, porque el derretimiento de Groenlandia y la Antártida es mucho mayor. Sin embargo, la pérdida de hielo implica alteraciones actuales y futuras en el suministro de agua -tanto su aumento como escasez- para cientos de millones de personas en la región que dependen de ella para generación eléctrica, agricultura y tomarla, dijo el coautor del estudio Jorg Schaefer, profesor de geoquímica climática en Columbia.
“Es un desastre en ciernes”, dijo Schaefer.
Los científicos carecían de importantes datos sobre el hielo en el Himalaya hasta que Maurer encontró imágenes en 3D tomadas de satélites espía de Estados Unidos que eran confidenciales y fueron publicadas en línea. Esas imágenes permitieron que Maurer calculara cuánto hielo había en los Himalayas en 1975 y luego utilizó otros datos satelitales para medir el hielo en 2000 y 2016.
El climatólogo de la NASA Josh Willis, quien no participó en el estudio, dijo que fue una importante confirmación de lo que los científicos sospechaban y lo que los modelos demostraban.
“Como científico es bueno escuchar que tenemos razón, pero, por otro lado, como civiles a veces asusta escuchar que tenemos razón”, dijo Willis.
(Fuente: AP)