Después de dos semanas de cuarentena obligatoria en un hotel de Wuhan, en China, los expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) iniciarán su investigación sobre el origen del COVID-19, luego de que Washington solicitara un análisis “sólido y claro”.
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Diversos medios observaron salir a los investigadores del hotel y subir a un bus que los llevará a su primer destino que no fue revelado a la prensa.
Según las primeras investigaciones, se cree que el virus proviene de los murciélagos y que inició su propagación desde un mercado húmedo en Wuhan, un local donde venden carne de animales salvajes y exóticos como alimento.
La OMS aseguró que la misión está estrechamente ligada a la ciencia y descubrir cómo inició este nuevo coronavirus que ya dejó más de dos millones de víctimas mortales y casi 100 millones de contagios a nivel mundial.
Aún no está claro qué se le permitirá observar al equipo de expertos o la evidencia útil que exista a poco más de un año de iniciada la pandemia.
Enfrentados
El representante del ministerio chino de Relaciones Exteriores, Zhao Lijan, precisó que Estados Unidos debe “respetar los hechos, la ciencia y el duro trabajo de los expertos de la OMS” ante las declaraciones de Jen Psaki, nuevo portavoz de la Casa Blanca, quien manifestó que era “imperativo llegar al fondo” de las pesquisas sobre el inició del virus.
Además, Psaki expresó su preocupación por la “desinformación” de algunas fuentes provenientes de China.
La prensa oficial del gigante asiático planteó que el brote inicial de la pandemia podría haber surgido en otros países. En un artículo de opinión, la agencia Xinhua, precisó, sin pruebas, que habría casos de COVID-19 desde el año 2019 en Brasil, Italia, España y Francia.
Por otro lado, la cadena de noticias AFP entrevistó a familiares de los muertos por coronavirus en Wuhan, quienes solicitaron una reunión con el equipo de agencia de salud de la Organización de Naciones Unidas (ONU) y precisaron que han sufrido obstrucciones desde que llegó la misión de la OMS.
“Esto demuestra que (las autoridades chinas) están muy nerviosas. Temen que estas familias se pongan en contacto con los expertos de la OMS”, dijo Zhang Hai, de 51 años, cuyo padre murió al principio de la pandemia del presunto covid-19.