Tras el fallecimiento de un colectivero de la línea 620 en Buenos Aires, Argentina, un grupo de manifestantes levantó su voz de protesta en la avenida General Paz. Con la finalidad de calmar la situación, el ministro de Seguridad, Sergio Berni, intentó conversar con los colectiveros; sin embargo, la situación se salió de control, y el ministro recibió varios golpes por parte de la turba.
En principio fueron unos pocos quienes se le acercaron a reclamarle, pero luego se fueron sumando más personas quienes le arrojaban objetos.
Berni fue atacado a golpes, piedras y botellas. En tanto, los efectivos policiales trataban de cubrir y proteger al funcionario.
El contingente policial que suponía cuidar al ministro fue superado en número, por lo que era casi imposible poder sacarlo del lugar.
Fue así que los agentes tuvieron que hacer una cadena humana para poder evitar que las personas dejen de acercarse para propinarle golpes.
Según informó el medio TN, Berni se negó a ir a un hospital y tuvo que recibir primeros auxilios dentro del vehículo, puesto que sufrió golpes en la cabeza, cara y piernas.
Berni se dirigió a los colectiveros durante el desorden
“Yo no me escondo, estoy acá”, afirmó Berni con la cara ensangrentada mientras trataba de resguardarse detrás de los efectivos de la Policía de la Ciudad que custodiaban las inmediaciones de la General Paz, a la altura de Mataderos.
“No hay soluciones mágicas, tenemos que seguir trabajando”, agregó el funcionario, antes de ser evacuado.