Un cruel sujeto de 22 años arrojó a su bebé de once meses a un río en Inglaterra y luego se fue a embriagar en un bar. El pequeño fue encontrado agonizando por la población y llevado rápidamente a un hospital, pero los médicos no pudieron salvarle la vida.
El asesino fue identificado como Zak Eko (22), quien acabó con la vida del pequeño Zakari William Bennett-Eko (11 meses) al arrojarlo a las aguas del río Irwell en Bury, Greater Manchester.
El pequeño fue encontrado por unos pobladores y de inmediato fue llevado a un hospital en Blackburn Street, pero lamentablemente los médicos no pudieron salvarle la vida.
El sujeto fue detenido por la policía, como principal sospechoso de la muerte de su hijo, sin embargo se desconocen las causas que provocaron su muerte, informaron los medios de Inglaterra.
Decenas de personas fueron a expresar su dolor por lo ocurrido a un puente cerca del lugar donde fue hallado el pequeño. Ellos dejaron arreglos florales y juguetes de peluche.
La mamá del pequeño Zakari, Emma Blood, contó que su bebé era una criatura feliz "Siempre estaba contento con una pequeña sonrisa hermosa y una cabeza llena de rizos", escribió en su cuenta de Facebook.
El despiadado asesino tendrá que comparecer ante en el Tribunal de Magistrados de Manchester y se espera una condena ejemplar.