El mercado de donantes de esperma en Holanda y el mundo tiene algunas lagunas administrativas que preocupan a las madres que contactan con los portadores masculinos. En este caso, la historia se trata de Jonathan Jacob Meijer, un músico de 30 años natural de Holanda, quien contactó a cientos de mujeres que buscaban tener un bebé, informó The New York Times.
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Vanessa van Ewijk, una mujer de 34 años y soltera, quería concebir y buscó en clínicas de fertilidad un donante de esperma, pero los costos eran muy altos. Luego, encontró un sitio en internet, Desire for Child, donde se podía comunicar directamente con varios candidatos y elegirlos.
En este mercado de donantes de esperma online, ella se vio atraída por el candidato Jonathan Jacob Meijer. Conectó con él en una llamada por teléfono y luego se encontraron en un concurrido centro ferroviario en La Haya, Holanda.
Pagó por su esperma 200 dólares y también por los gastos de viaje. Tiempo después, Van Ewijk dio a luz a su primera hija. Dos años más tarde, decide tener otro bebé, para lo que llama nuevamente a Meijer pensando en que sus pequeños compartan los genes del padre. Por el mismo costo, ella pudo tener a su primer hijo varón en 2017.
Lo que ella no sabía era que Meijer estaba siendo investigado por el Ministerio de Salud, Bienestar y Deporte de Holanda por vender su esperma a numerosas clínicas de fertilidad, pero también a nivel privado y online, con lo que había tenido al menos 102 hijos.
“La demanda sigue siendo enorme y la cantidad de donantes capaces es baja”, dijo Meijer en un correo electrónico a The New York Times. Cuando Van Ewijk lo confrontó, él aseguró que habría tenido al menos 175 hijos. “Solo estoy ayudando a las mujeres a hacer realidad su mayor deseo”, le respondió a la madre.
El miedo a la situación, de ella y otras madres a las que pudo contactar, es que en el mismo país, incluso en la misma ciudad, vivan hijos de Meijer que, en algún momento, puedan encontrarse. Es decir, hay cientos de medios hermanos parecidos físicamente que, no se quiera, podrían hasta encontrarse en una relación amorosa, lo que Van Ewijk considera “repugnante”.
Según Dutch Donor Child Foundation, un grupo de ayuda que facilita el apoyo emocional y legal a hijos de donantes y a buscar parientes biológicos, un especialista en fertilidad había engendrado en secreto alrededor de 68 hijos.
Según The New York Times, es posible que en Holanda existan al menos 200 bebés concebidos de un solo hombre llamado Louis (36). Uno de sus hijos, Ivo Van Halen, logró conectarse con 42 de sus medios hermanos.
Van Halen comenta que algunos de sus hermanos utilizan la aplicación Tinder (para conseguir parejas) y así han conectado. “Una vez, le di un match a una hermana y ella me respondió con otro match al mismo tiempo”, dijo Jordy Willekens, otro medio hermano.
EN INVESTIGACIÓN
Una mujer alemana confirmó que había adquirido el esperma de Jonathan Jacob Meijer, quien estaba suscrito bajo un alias, en la plataforma Cyros. En una carta del sitio web, le notificaron que Meijer había incumplido el contrato exclusivo que tenía con la agencia al donar fuera de Dinamarca.
Según la investigación realizada por una voluntaria internacional de la Dutch Donor Child Foundation, Joëlle de Boer, que ha estado siguiendo las pistas de Meijer, el donante ha viajado por Escandinavia, Europa y Ucrania desde 2007 para dar su esperma en varias clínicas y de forma privada por contacto online.
Hay madres que han tenido hijos de Meijer en Suiza, Rumania, Dinamarca, Suecia, México, Estados Unidos, Australia, Italia, Serbia, Ucrania, Alemania, Polonia y Hungría.
“Tengo aproximadamente 250 hijos (...) Las suposiciones de 1.000 son ridículas. Estoy decepcionado por la obsesión de los números. Me convertí en donante no por números, sino por amor para ayudar a los padres a realizar su sueño”, respondió Meijer en un correo electrónico al medio estadounidense.
Lo cierto es que, como industria de donantes de esperma, está poco regulada, pues hay mucha facilidad en la determinación de las leyes para saber quién puede donar y con qué frecuencia, principalmente, para evitar amplificar discapacidades genéticas entre los ciudadanos de un país.
En Estados Unidos, por ejemplo, no existen límites legales para donar. De acuerdo con la Sociedad Estadounidense de Medicina Reproductiva, solo hay algunos lineamientos sobre el hecho de que puedan haber 25 niños por donador en una población de 800.000 habitantes.