Durante la semana pasada, las fuerzas ucranianas lograron la captura de un grupo de soldados enemigos, quienes ofrecieron disculpas públicas por los crímenes cometidos y calificaron las órdenes de invasión del presidente ruso Vladimir Putin como un “terrible error”.
“Me disculpo por mí, por mi escuadrón en cada hogar, en cada calle, en cada ciudadano de Ucrania, en los ancianos, en las mujeres, en los niños por nuestra invasión de estas tierras”, lamentó Galkin Sergey Alekseevich, uno de los soldados rusos de 34 años, durante una rueda de prensa que recogió el medio británico The Sun.
Asimismo, junto a otros soldados detenidos, Alekseevich se dirigió a sus generales para calificarlos de traidores acusándoles de haber enviado a tropas sin experiencia a una muerte prematura en Ucrania, utilizándolos como carne de cañón.
“Me disculpo seriamente por nuestra traicionera invasión. A los generales de nuestras unidades militares, me gustaría decirles una cosa: que han actuado cobardemente, que han actuado traidoramente con nosotros”, exclamó.
“Somos carne, estamos siendo asesinados por aviones y artillería que bombardean ciudades pacíficas”, dijo un soldado.
“Me gustaría decir a todos los regimientos del ejército ruso: depongan las armas”, agregó Alekseevich, para luego dirigirse al presidente de su país: “Y el presidente ruso, Vladimir Vladimirovich Putin, detenga más acciones de combate. Dejen de bombardear, dejen de enviar soldados aquí para matar civiles, para realizar ataques aéreos”.
Maksim Chernik, de la 16.ª Brigada de Fusileros Motorizados de Rusia, señaló haberse sentido fatal tras darse cuenta del error que estaban cometiendo.
“Simplemente entendiendo que todo esto tiene que arreglarse, las relaciones tienen que mejorarse de alguna manera”, dijo.
“Esto llevará más de un año. Tomará décadas, tal vez siglos. Simplemente no quiero existir después de todo esto después de lo que está pasando aquí”, lamentó.
Tras la captura de estos soldados invasores, surgieron algunas dudas por saber si es que Ucrania estaba respetando los tratados de las Convenciones de Ginebra, que velan por la protección a los prisioneros de guerra.
Según el artículo 13, recogido por el New York Post, “los prisioneros de guerra deben ser protegidos en todo momento, en particular contra actos de violencia o intimidación y contra insultos y curiosidad pública. Quedan prohibidas las medidas de represalia contra los prisioneros de guerra”.