China volvió a ser el centro de atención por un nuevo caso de contagio de un virus distinto al COVID-19. Durante la semana pasada, el país generó alerta alrededor del mundo debido a que se detectó el primer caso de la gripe aviar de la cepa H3N8 en un humano.
El contagiado fue un niño de 4 años que convivía con gallinas en su hogar de la ciudad de Zhumadian, provincia de Henan. El pequeño desarrolló fiebre y otros síntomas durante varios días y fue ingresado a un centro médico local el 10 de abril, según la Comisión Nacional de Salud de China.
El Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) del país asiático realizó pruebas y confirmó que la infección era de la variante H3N8; siendo así el primer caso de contagio directo entre un ave y un humano.
Esta variante de la gripe se ha vinculado a perros, caballos, focas y pollos, por lo que resulta extraño que solo el niño haya sido infectado y su familia no.
Para llegar a entender esto, debemos tener en cuenta que existen cuatro tipos de virus de gripe estacional que son denominados virus influenza A, virus influenza B, virus influenza C y virus influenza D.
Todas las pandemias de gripe conocidas han sido ocasionadas por virus gripales del tipo influenza A.
Según detalla el CDC, los virus de influenza A se dividen en subtipos según dos proteínas de la superficie del virus: la hemaglutinina (H) y la neuraminidasa (N). Existen 18 subtipos de hemaglutinina y 11 subtipos de neuraminidasa diferentes (de H1 a H18 y de N1 a N11, respectivamente).
Eso implica que potencialmente existen decenas de combinaciones del subtipo de influenza A, siendo H3N8 una de ellas.
Las aves infectadas transportan el virus de la influenza aviar en la saliva, la mucosidad y las heces. Las infecciones en humanos por los virus de la influenza aviar pueden ocurrir cuando el virus ingresa a los ojos, nariz o boca de una persona, o si la persona los inhala.
La propagación de los virus de la influenza aviar de una persona infectada a un contacto cercano es muy poco frecuente y, cuando ocurrió, solo se propagó a pocas personas.
Los signos y síntomas de infecciones por los virus de la influenza aviar en seres humanos han variado desde casos asintomáticos o casos leves, como enrojecimiento de los ojos (conjuntivitis) o síntomas leves de las vías respiratorias superiores similares a los de la influenza.
Sin embargo, en los casos graves se presentan síntomas como:
Los CDC señalan que no es posible diagnosticar la infección por el virus de la influenza aviar en las personas al considerar los signos y síntomas clínicos de forma aislada; sino que es necesario realizar pruebas de laboratorio.
La infección por el virus de la influenza aviar suele diagnosticarse mediante una muestra nasal de las vías respiratorias superiores (nariz o garganta) de la persona enferma (proceso similar a la detección de COVID-19).
Las pruebas son más precisas cuando las muestras son tomadas durante los primeros días de la enfermedad.
Las infecciones en humanos con los virus A de la influenza aviar son poco frecuentes, asegura la CDC. Sin embargo, hubo casos esporádicos en muchos países, por lo general de exposiciones sin protección (como no usar protección respiratoria o para los ojos) a aves de corral infectadas o entornos contaminados con el virus, que han provocado enfermedades leves a graves con una amplia gama de síntomas y complicaciones.
Los CDC consideran que el riesgo para la salud del público en general que representan los virus H5N1 y sus similares de la influenza aviar actuales es bajo, pero que algunas personas podrían tener mayor riesgo de infección debido a su mayor exposición a aves en relación con su trabajo o actividades recreativas.
La situación de la influenza aviar por el virus H5N1 es principalmente un problema de salud animal, aseguran.
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