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La Casa dos Atletas de la Federación Portuguesa de Fútbol, donde estuvo aislado en octubre cuando dio positivo por , se ha convertido una unidad de retaguardia para acoger enfermos en la última fase de recuperación tras el virus.

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Las habitaciones que antes ocupaban futbolistas mientras estaban concentrados con su selección ahora acogen a enfermos de covid que, tras pasar lo peor del virus, todavía no tienen condiciones para volver a casa y necesitan un lugar donde seguir aislados con vigilancia médica.

“Son personas de bajo riesgo pero que tienen comorbilidades, como diabetes o hipertensión”, explica a EFE Rafic Nordin, director ejecutivo en la Autoridad Regional de Salud de Lisboa y Valle del Tajo, que gestiona toda la parte médica de la unidad.

Con una capacidad de hasta 48 pacientes, ha llegado a tener picos de más de cuatro decenas de enfermos, aunque actualmente acoge a algo más de 20, la gran mayoría ancianos en edad avanzada.

Aliviar la presión de los hospitales

Los más de 3.800 metros cuadrados de la Casa dos Atletas, situada en Oeiras, a las afueras de Lisboa, fueron cedidos por la Federación el pasado mes de enero, cuando la tercera ola ahogó a los hospitales de esta región.

Para aliviar la presión y dejar camas libres para los más graves, se decidió dar salida a pacientes prácticamente recuperados pero que todavía necesitan vigilancia médica.

“Tenemos permanentemente dos médicos y cuatro enfermeros”, señala uno de los miembros de este equipo, el doctor Hélder do Carmo.

Si surgen complicaciones, vuelven inmediatamente al hospital. Es el caso de un señor de 92 años que acaba de ser trasladado al Hospital Francisco Xavier de Lisboa por una fibrosis auricular, cuenta el médico.

Pero la mayoría sale por la puerta de la Casa dos Atletas con destino a su casa o lugar de residencia.

“Se quedan durante unos días, tienen toda la vigilancia necesaria, de enfermería, vigilancia médica... Y tenemos también la Seguridad Social, que da apoyo en casos de personas que después tienen que ir a alguna residencia u otra estructura”, señala Nordin.

Hay casos de ancianos que, aunque han superado la enfermedad, tienen que esperar a dar negativo en el test para que les dejen entrar de nuevo en una residencia, por lo que necesitan un lugar donde permanecer hasta entonces.

Comodidad y “mimos”

La Seguridad Social es otro de los socios de la iniciativa, que se encarga además del contacto con las familias.

“Informamos del estado de salud de los ingresados, hacemos la articulación con las familias para lo que sea necesario traer a las personas ingresadas, como ropa o medicación. También intentamos darles mimos cuando es posible y hacer una videollamada”, cuenta a EFE Cristina Magalhães, del Instituto de la Seguridad Social.

La Federación se encarga de toda la parte logística, como la limpieza, el mantenimiento, la seguridad e incluso el servicio de cocina, pues es el chef de la selección quien alimenta a los pacientes.

“En el espacio de una semana hicimos un pequeño milagro y transformamos con todo el equipo una unidad que fue hecha para alojar atletas”, explica Cláudia Poças, directora de la Ciudad del Fútbol, el complejo donde se sitúa la Casa dos Atletas, que habla de un “pequeño milagro”.

La idea partió de la propia Federación, que ofreció las instalaciones al Ministerio de Salud. “Estamos aquí hace 4 años y nunca imaginé que tendríamos que transformar nuestra infraestructura en una unidad de retaguardia”, dice Poças.

A los ingresados no les faltan comodidades: las habitaciones les reciben con una bolsa de regalos de la Federación, una televisión panorámica y una terraza con vistas a los campos de fútbol del complejo.

Todas las habitaciones tienen baño privado, con una ducha amplia y dispensadores de jabón con el logo de la Casa dos Atletas.

El último regalo llega junto al alta. Cuando salen, los pacientes se llevan a casa una camiseta de la selección de Portugal con su nombre en la espalda.

“No lo imaginábamos, pero ha sido la guinda del pastel. Salen muy felices por llevarse una camiseta”, cuenta Poças, que no habla de pacientes sino de “campeones”.

La Casa dos Atletas seguirá acogiendo pacientes al menos hasta el 8 de marzo, aunque todo dependerá de cómo avanza la situación en el país.

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