El hermano de George Floyd, Terrence, llegó este lunes a Minneapolis, Estados Unidos, donde su hermano murió en manos del agente Derek Chauvinen, tras un acto de violencia policial que ha desatado varios días de violentas protestas, saqueos y enfrentamientos con la policía estadounidense.
Terrence Floyd pidió a todos los manifestantes poner fin a los disturbios y solicitó regresar a la normalidad tras las protestas por la muerte de su hermano. Asimismo, se arrodilló y lloró frente a cientos de personas.
En una entrevista con la cadena estadounidense ABC News, expresó sentirse indignado ante la situación. "A veces me enojo y quiero volverme loco, pero estoy aquí”. Por ello, pidió acabar con los actos de violencia. “Mi hermano no querría eso, querría la paz. Oirás a mucha gente decir que era un gigante gentil”.
“No me puedo creer que mi hermano se haya ido. Está bien enfadarse, pero hay que canalizar esa rabia de otro modo, para realizar un cambio de otra manera”, dijo.
Terrence asegura que confía en que Derek Chauvin, el policía detenido y acusado de asesinato, enfrente de forma definitiva los cargos de asesinato en primer grado, así como pide que los otros agentes también sean acusados.
La muerte de Floyd es el más reciente hecho que provoca una protesta en contra del racismo en la policía estadounidense. También reavivó la indignación en un país dividido política y racialmente que ha sido muy golpeado por la pandemia de coronavirus, que a su vez ha impactado de forma desproporcionada a los afroamericanos.
Donald Trump ha aprovechado los disturbios para agravar más las tensiones al acusar de “criminal” a la “extrema izquierda culpable” e incluso ha calificado de “terrorista” a la organización Antifa.