Joe Biden se convirtió en el 46° presidente de Estados Unidos en una solemne ceremonia de investidura en la que pidió apostar por la unidad para superar las múltiples crisis que atraviesa el país, y proclamó que "la democracia ha prevalecido" tras el mandato de Donald Trump. (Foto: Michael Reynolds/EFE)
Joe Biden se convirtió en el 46° presidente de Estados Unidos en una solemne ceremonia de investidura en la que pidió apostar por la unidad para superar las múltiples crisis que atraviesa el país, y proclamó que "la democracia ha prevalecido" tras el mandato de Donald Trump. (Foto: Michael Reynolds/EFE)

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En su primera semana como jefe de Estados Unidos, , ha subscrito con urgencia docenas de ordenes ejecutivas desde la pandemia Covid-19 hasta los derechos de transgénero. Sin embargo, parece que sentarse junto a su esposa, hace que exhale y tome una pausa de la crisis de la nación, así lo relata la revista People.

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El exsenador y vicepresidente, vivió ocho años en la casa blanca, frecuentando la Sala del Gabinete y el óvalo, por el contrario, el regreso al edificio le parece surrealista pues no había vivido en esta parte de la residencia “los cuartos privados de la familia”, es nuevo.

Además, Jill Biden, comenta que el personal de la residencia los ha hecho sentir “como en casa”, teniendo fotos familiares por todas partes y algunos muebles que trajeron de su casa.

Ambos confirman que, algunas cosas de la Casa Blanca son diferentes, sin embargo, otros son como lo recordaron, comenzando con el jardín de cocina de Michelle Obama.

“El jardín va fuerte!”, informa la nueva primera dama, y la propia Obama pronto estuvo de acuerdo, con una publicación de Instagram mostrando una cesta de verduras de los Bidens, cultivada justo afuera.

La primera dama, es maestra de inglés, sus alumnos de Northern Virginia Community Collage, la llaman doctora Biden o “Dr. B”. Ella confirma que se siente feliz enseñando, “Esa es su pasión”.

Su matrimonio de 43 años ha pasado por altas y bajas, que han logrado la fortaleza para llegar hoy en día a donde se encuentran.

“Hay una cita que dice que a veces te vuelves más fuerte en los lugares fracturados”, dice Dr. Biden. “Eso es lo que tratamos de lograr.”

Por otro lado, la pareja presidencial aseguró que el secreto de un matrimonio sólido es dar un 70/30, estar el uno para el otro cuando más se necesiten. Saben que la independencia de la pareja es muy importante, pero no es impedimento para “compartir los sueños del otro”.

El presidente, recuerda que cuando sus hijos estaban pequeños, Jill, tuvo que alejarse de la docencia por dos años, pero él, siempre tuvo presente que ella debía mantener su profesión, “Era muy importante que sea educadora”.

Mientras tanto, la primera dama, afirma que las tragedias y perdidas vividas en su matrimonio hacen que sigan intentando mantenerse unidos, recuerda que “hay una cita que dice que a veces te vuelves más fuerte en los lugares fracturados”, según People.

Biden, afirma que cada uno puede hacer su trabajo por su cuenta, pero no también como lo hacen juntos. “Jill vino en un punto muy importante y volvió a juntar a mi familia. Ella es el pegamento que lo mantuvo unido, y yo sabía que quería casarme con ella poco después de conocerla … No es que no peleemos y discutamos a veces. Sólo tengo suerte”.

La revista también le preguntó, sobre sus creencias e inclinación en la oración para ayudarlo a liderar. Este confiesa que “la religión es su lugar seguro”, siempre va a misa, y tiene presente el principio fundamental de tratar a todas las personas con dignidad.

Su esposa, también es participe de su creencia y cuando quiere darle un mensaje real cita a Kierkegaard diciendo: “La fe ve mejor en la oscuridad”. Añade a la entrevista que, otras personas pueden meditar, pero “para mí, la oración me da esperanza, y me centra”.

Por último, People le preguntó: ¿Dónde cree que estará el país en este momento el año que viene?

El Presidente Biden, espera que hayamos vuelto a la normalidad fundamentalmente en lo que se refiere a COVID, y confirma que será difícil, porque están prediciendo otros 100.000-150.000 muertos “a menos que tomemos precauciones, incluso con la vacuna”.

“Espero que realmente hayamos empezado a hacer avances en la equidad para todas las personas … donde puedan tener empleos y oportunidades decentes, la economía está creciendo, y la gente ha vuelto a un grado de optimismo”, culminó.


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