El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo este martes que el supremacismo blanco es un veneno en el “cuerpo político estadounidense” tras visitar el supermercado “Tops” de Búfalo donde un supremacista blanco de 18 años mató el sábado a una decena de personas por razones racistas, masacre que el mandatario describió como “terrorismo nacional”.
“Lo que pasó aquí es simple y directo: terrorismo. Terrorismo nacional. Odio, que a través de los medios, la política e internet ha radicalizado a individuos enfadados, alienados, perdidos y aislados haciéndoles creer, falsamente, que serán reemplazados (por otras razas)”, anotó el presidente en una conferencia de prensa en esa ciudad del norte del estado de Nueva York.
El sospechoso de haber asesinado a diez personas y dejado tres heridos más se definió como un “fascista y un supremacista blanco” y viajó más de 300 kilómetros a un vecindario mayormente afroamericano con el objetivo de matar a la mayor cantidad de negros.
De las 13 víctimas del tiroteo del sábado, 11 eran negras.
En su rueda de prensa, Biden remarcó que no dejará que este odio gane en su país y que el supremacismo blanco no tendrá la última palabra.
En este sentido, dijo que trabajará para que se vuelva a controlar las “armas de asalto” (capaces de disparar tanto en modo automático como en modo semiautomático), dentro de otras medidas propuestas en el entorno del Partido Demócrata como no permitir que aquellas personas con antecedentes penales o enfermedades mentales graves puedan comprar armas.
En lo que va de año ha habido casi 200 tiroteos en el país y Estados Unidos terminó 2021 con 693 tiroteos masivos, según el Archivo de Violencia Armada.
Biden, además, hizo una mención especial a las víctimas de la masacre y contó que una de las víctimas había ido a ese supermercado solo para comprar fresas para una receta y que otra estaba comprando un pastel de cumpleaños para su hijo.
El político demócrata también mandó un mensaje de esperanza a los familiares de las víctimas y dijo que el tiempo les ayudará a procesar el duelo, poniendo como ejemplo lo que le ocurrió a él: Biden perdió en un accidente automovilístico a su primera esposa (30 años) y su hija (13 meses) y, 40 años después, su hijo Joseph ‘Beau’ murió a los 46 años por un cáncer cerebral.
En la visita de hoy el mandatario se reunió con las familias de las víctimas, así como con líderes de la comunidad y miembros de las fuerzas de seguridad y de emergencias.
La primera parada del mandatario demócrata, que viajó junto a su esposa, Jill, fue el supermercado “Tops”, que desde el fin de semana se ha trasformado en un altar lleno de velas y flores, lugar donde la primera dama depositó un gran ramo blanco.
Además, le acompañaron en su recorrido la gobernadora de Nueva York, la demócrata Kathy Hochul, la fiscal general de Nueva York, Letitia James, y el líder demócrata del Senado, Chuck Schumer.
Los medios locales que han tenido acceso al documento de 180 páginas que publicó el sospechoso Payton Gendron -texto que está siendo estudiado por las autoridades para confirmar su autenticidad- señalan que este “manifiesto” está repleto de comentarios racistas que argumentan una teoría de la conspiración conocida entre la extrema derecha como la teoría del “gran reemplazo”.
Esta teoría alega que los estadounidenses blancos corren el peligro de ser sustituidos por personas de otras razas, mientras que en otras latitudes sus seguidores alertan de que el supuesto reemplazo estará protagonizado por la inmigración islámica.
La idea del “gran reemplazo” ha ido prendiendo por todo el mundo entre grupos de ultraderecha. Así, en marzo de 2015, en Nueva Zelanda, Brenton Tarrant, que atacó dos mezquitas en la ciudad de Christchurch y asesinó a 51 personas, también publicó otro manifiesto en el que aludía a esta teoría.
En agosto del mismo año, pero en Estados Unidos, Patrick Wood Crusius mató a más de veinte personas en un tiroteo en un supermercado de Texas y también dejó un documento en el que decía estar inspirado por Tarrant.
Fuente: EFE