Los siete miembros de una familia hondureña que aparecieron muertos el pasado fin de semana en la ciudad de Moorhead, en Minesota (EE.UU.), fallecieron por intoxicación con monóxido de carbono, informó este miércoles la Policía local en un comunicado.
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La Oficina del Médico Forense del condado de Ramsey, donde se encuentra Moorhead, publicó los resultados preliminares de un examen de sangre realizado a las víctimas y estos reflejan un “nivel letal de toxicidad por monóxido de carbono” en los inmigrantes hondureños.
Las víctimas eran un matrimonio formado por Belin Hernández, de 37 años, y Marleny Pinto, de 34, que fallecieron junto con sus tres hijos, Breylin (16), Mike (7) y Marbely (5), además de Eldor Hernández Castillo (32) y Mariela Guzmán Pinto (19).
Previamente, el médico forense ya había descartado el trauma como causa de la muerte de los hondureños, que fueron descubiertos el pasado sábado por allegados de la familia que se acercaron hasta su vivienda al no tener noticias de ellos.
La investigación ha encontrado dos posibles fuentes del monóxido de carbono, un horno ubicado en una habitación separada dentro del área del garaje y que tiene una entrada de aire exterior, y un vehículo que estaba en el garaje y fue encontrado con la batería descargada y el tanque de gasolina medio lleno.
Los detectives han trabajado para intentar descubrir cuál pudiera ser el origen de monóxido de carbono, pero “no pudieron duplicar un mal funcionamiento del horno” y la camioneta, cuyo alternador funcionaba correctamente, no tenía la batería cargada.
Las autoridades están realizando más pruebas de las muestras de sangre de las víctimas para determinar si hay presencia de cianuro de hidrógeno, lo que podría apuntar a la camioneta como causa de lo sucedido.
Los resultados de estas pruebas podrían demorarse hasta ocho semanas, indicaron en el boletín, en el que la Policía detalló que la última inspección del edificio de la casa se realizó en septiembre de 2020 y en ella no se encontraron problemas con los detectores instalados.
Los allegados habían indicado que creían que la muerte de esta familia procedente de San Francisco de Yojoa, en el hondureño departamento de Cortés, podría deberse a la inhalación de monóxido de carbono cuando intentaban calentar su vivienda.
“La investigación aún está activa”, indicó la Policía a la espera de los próximos resultados de laboratorio.
Mientras tanto familiares y allegados organizan colectas para poder sufragar la repatriación de los cadáveres a Honduras.
Fuente: EFE