Estados Unidos. Jonathan Watson se convirtió este fin de semana en el héroe de millones de padres que han sufrido en carne propia el dolor de sus hijos al ser víctimas de pedófilos. ¿La razón? Asesinó a golpes a dos sujetos que abusaron de menores de 14 años y que fueron condenados a cadena perpetua.
Watson no soportó tener de compañero de celda, en el penal de Corcoran en el estado de California, a un enfermo que, pese a la extrema seguridad de la cárcel donde se encontraba, ponía pornografía infantil en uno de los televisores.
David Bobb, de 48 años, y Graham De Luis-Conti, de 62 años, son los dos pederastas que provocaron la ira descontrolada de Jonathan Watson, quien tomó el bastón de su compañero y golpeó hasta la muerte al primero de los mencionados.
De acuerdo a los diarios norteamericanos, Watson había advertido a las autoridades penitenciarias que lo cambien de lugar, pues no soportaba pasar tiempo junto a un pederasta sin tener la sensación de querer asesinarlo.
Sin embargo, los guardias se burlaban de él y no atendieron su pedido. Horas después, no soportó más y mató a golpes a Bob porque otra vez más puso los videos en su televisor.
Después del crimen, Jonathan Watson se acercó a las autoridades del penal y reveló lo que había hecho.
“Estoy en una posición única donde a veces tengo acceso a estas personas y tengo muy poco que perder… estas personas son la peor pesadilla de todos los padres… estas familias pasan años planeando de manera cuidadosa cómo darle a sus hijos todas las oportunidades que nunca tuvieron, y aparece un monstruo que cambia la trayectoria de ese niño para siempre”, escribió en su confesión.