Los Ángeles. [AFP]. El gobernador de California, Gavin Newsom, ordenó el jueves a todos los californianos usar mascarilla en público, a fin de detener la propagación del coronavirus.
“La ciencia muestra que funciona cubrirse el rostro y usar las mascarillas”, dijo Newsom en un comunicado. “Son fundamentales para mantener seguros a los que están a nuestros alrededor, mantener los negocios abiertos y reiniciar nuestra economía”.
La orden llega luego de que funcionarios del condado de Orange, al sur de Los Ángeles, tomaran la decisión de rescindir una orden para que la gente tuviera que usar mascarilla en público.
Otros tres condados -Fresno, Riverside y San Bernardino- también retiraron el requerimiento de usar protectores para el rostro por la presión pública.
“En pocas palabras, estamos viendo a demasiada gente con el rostro descubierto, poniendo en riesgo real el progreso que hemos hecho en combatir la enfermedad”, dijo Newsom. “La estrategia de California para reiniciar la economía y lograr que la gente vuelva a trabajar solo tendrá éxito si la gente actúa con seguridad y sigue las recomendaciones de salud”.
Numerosos estudios en el mundo han mostrado que usar protectores faciales reduce el riesgo de dispersión del COVID-19.
Sin embargo, en muchas partes de Estados Unidos el uso de mascarillas ha tomado una creciente dimensión política. Para muchos en la derecha, el uso de una máscara es visto como una reverencia a la autoridad del gobierno, mientras que en la izquierda es visto como un beneficio para limitar la propagación del virus.
A mediados de marzo, Newsom se convirtió en el primer gobernador de Estados Unidos en emitir una orden de permanencia en el hogar y luego dejó que los condados y las ciudades decidieran si mantenían la orden, así como los requisitos para cubrir el rostro y otras restricciones.
El tema desató una tormenta en el condado de Orange, que en su momento fue un bastión de la política republicana, donde algunos residentes y funcionarios locales desafiaron la orden de usar mascarillas en público, en el trabajo o en un negocio donde el distanciamiento social no es posible.
La directora de salud del condado, Nichole Quick, renunció la semana pasada tras estar bajo críticas y aparecer en un cartel que la representaba con un bigote de Hitler y con esvásticas durante una reunión de la Junta de Supervisores del condado.
También hubo un detalle de seguridad después de recibir lo que los funcionarios consideraron una amenaza de muerte.
Según la orden estatal de Newsom, emitida el jueves, los californianos o los visitantes deben cubrirse el rostro en cualquier espacio público interior, mientras utilicen el transporte público, en un taxi o en un vehículo de uso compartido.
También deben hacerlo en sus trabajos o mientras estén en espacios públicos.
Los niños menores de dos años están exentos, así como las personas con problemas médicos o de salud mental o discapacidades del desarrollo que les impidan llevar mascarilla.