Un delincuente robó una carroza fúnebre sin imaginar que todavía había un cadáver adentro en los Estados Unidos. Enterados del caso, los agentes de la policía de Los Angeles iniciaron una intensa persecución por diversas vías, hasta que la unidad robada terminó por estrellarse.
Todo ocurrió afuera de la iglesia ortodoxa Griega St. Anthony, en el oriente de Pasadena. Un delincuente encontró la camioneta Lincoln Navigator afuera de la casa religiosa y se la llevó sin ninún reparo.
Los agentes del orden iniciaron una tenáz persecución del delincuente, incluso le pidieron por altavoces al delincuente que se detenga para devolver el cadáver, pero continuó con su marcha.
Desppes de varias horas de persecución, el delincuente en su alocada carrera terminó por chocar en una transitada autopista. De inmediato la policía lo redujo y detuvo.
Al revisar el interior de la unidad, fue encontrado el cuerpo y el féretro intacto. Según el maleante, no se dio cuenta que había un cadáver dentro de la camioneta.
Para no entorpecelas investigaciones, ni perjudicar la buena imagen de la funearia afectafa, el nombre fue guardado en reserva.