Una trabajadora de una guardería de Illinois, en Estados Unidos, fue arrestada y podría ser sentenciada por matar a una bebé de dos meses, a la que sacudió durante varios minutos porque no dejaba de llorar.
Por si fuera poco, Taylor Burris, de 24 años, no pidió ayuda durante varias horas tras ver que la menor había quedado inconsciente. La pequeña murió un día después en el Hospital St John producto del ‘Síndrome del bebé sacudido’, señala el New York Post.
El crimen se cometió el pasado 17 de mayo, pero no fue hasta esta semana que Burris tuvo una orden de arresto y podría ser procesada por homicidio involuntario y poner en peligro la vida y la salud de un niño.
Síndrome del bebé sacudido
La mujer se encontraba cuidando a la bebé Maren Gallagher en la guardería de su casa en Valerian Drive, en Forsyth, cuando la bebé empezó a llorar sin parar. Al no poder contenerla, sacudió todo su cuerpo hasta que la pequeña quedó inconsciente.
Después de tres horas, Burris llamó al 911 para denunciar el hecho, pero en un principio señaló que la bebé se enfermó después de ser golpeada por una pelota de béisbol mientras estaba bajo su cuidado.
Los paramédicos la llevaron de emergencia al Hospital St John, donde fue declarada muerta a la mañana siguiente.
La primera autopsia que le practicaron a la víctima señalaba que las lesiones de Maren eran consistentes con una herida por fuerza contundente en la cabeza, según el forense del condado de Sangamon, Jim Allmon.
En su primera declaración, Burris afirmó que la bebé comenzó a llorar después de que una pelota la golpeó, pero luego se enfermó más, por lo que decidió llamar a las autoridades.
Sin embargo, la mujer terminó confesando en una segunda entrevista que, si bien Maren había sido golpeada por la pelota, terminó inconsciente luego de haberla sacudido.
“Taylor admitió que había ‘buscado en Google’ información sobre el ‘síndrome del bebé sacudido’ la noche en que Maren estaba en el hospital y se estaba muriendo”, dijo el sargento Roger Pope, de la Oficina del Sheriff del condado de Macon.
La mujer permanece en la cárcel del condado de Macon con una fianza de $250,000. Su próxima audiencia está programada para el 15 de julio.