Los habitantes de Carolina del Norte, en Estados Unidos, quedaron consternados tras hacerse pública la muerte de una niña de 4 años a manos de su propia madre, quien la obligó a quedarse de pie durante tres días como forma de castigo.
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El hallazgo ocurrió en mayo de este año. Malikah Diane Bennett, de 31 años, es acusada de acabar con la vida de Mejelic “Jellie”. Según Clarín, la pequeña se golpeó la cabeza después de caer al suelo porque no pudo soportar el cansancio que arrastraba.
Bennett quiso desaparecer la evidencia enterrando el cuerpo de su primogénita en el jardín de su casa, pero las autoridades lograron encontrar la tumba que había sido excavada con poca profundidad.
La niña fue reportada como desaparecida en septiembre del 2020.
Un mes después, la madre de “Jellie” debía comparecer ante el tribunal por el delito de “asesinato en primer grado”, pero la audiencia tuvo que ser postergada hasta el 9 de diciembre próximo. La mujer también es acusada de abuso infantil y de ocultar la muerte de su hija.
La autopsia reveló que la niña estaba desnutrida, había sufrido abusos y tenía acetona y etanol en su organismo. Asimismo, recopilaron información sobre que Mejelic fue vista por última vez en septiembre del 2020 mientras jugaba en su casa de Charlotte.
“El análisis toxicológico de la muestra de fluido sanguinolento obtenida en la autopsia de la cavidad pleural fue positivo para la presencia de acetona y mostró un contenido de etanol de 80 mg/dL”, decía el informe.
“La presencia de acetona y etanol se debe probablemente a la descomposición”, agrega.
Según la hermana, “Jellie” tenía problemas para respirar durante su intento por cumplir el castigo hasta que su pequeño cuerpo no pudo soportar más y se golpeó la cabeza contra el suelo. Ese mismo día falleció.
La joven declaró ante la policía que Malikah Diane Bennett, su madre, puso el cadáver de Mejelic en bolsas de plástico y lo escondió en el baúl de su vehículo durante cinco días para después ser obligada a cavar un agujero y enterrar el cuerpo.