“Baby Andrew” es el menor más buscado del sur de Florida en Estados Unidos, al cumplirse siete días desde que su padre presuntamente lo secuestró tras matar a su mamá, abuela y bisabuela.
El FBI, la oficina federal de investigaciones, se ha sumado a los esfuerzos de la policía para localizar al bebé, según confirmó un portavoz de su sede en Miami, y una organización sin ánimo de lucro que se dedica a buscar a niños desaparecidos llamada Missing Children Global Network también está por su lado tratando de dar con el paradero de esta persona de vida tan corta como trágica.
Se cree que el padre de Andrew, Ernesto Caballeiro, de origen cubano y 49 años de edad, se lo llevó consigo después de acabar con la vida de Arlety García Valdés, de 40 años y madre del bebé, Isabel Valdés González, de 60, la abuela, y Lina González Licor, de 84, la bisabuela, con un fusil de asalto, en la casa donde vivían en Homestead, al sur de Miami, el martes 28 de enero.
Pero en la camioneta donde Ernesto Caballeiro fue hallado muerto el miércoles 29 de un tiro que él mismo se disparó, no estaba Andrew. La policía del condado de Pasco, unos 400 kilómetros de distancia de Miami, solo encontró un chupete del bebé, según han informado diversos medios.
No ha trascendido si los investigadores cuentan con alguna pista, pero Fernando Álvarez, de Missing Children Global Network, cree que Caballeiro habló con algunas personas antes de suicidarse y las instó a colaborar en la investigación, según dijo a medios locales.
También la policía de Miami-Dade ha pedido la colaboración ciudadana para dar con Andrew, que a su corta edad solo puede haber sobrevivido si alguien se ha hecho cargo de él.
Andrew nació el 10 de enero de 2020, según indican sus familiares en la página abierta en la plataforma GoFundMe para recaudar dinero para los funerales y entierro de las victimas del triple asesinato.
Se han recaudado más de 23.000 dólares, menos de la mitad de la meta fijada, a pesar de que la foto de Andrew con un gorrito y envuelto en una manta y las informaciones sobre su caso están por todas partes.
En la presentación de la campaña de recaudación de fondos se afirma que las tres mujeres asesinadas fueron víctimas de “un hecho de violencia domestica sin sentido” y que murieron “protegiendo la vida del recién nacido” y piden orar para que Andrew pueda reencontrarse “con su hermana de diez años”.
Reina Valdés, una familiar de las asesinadas y organizadora de la colecta, subrayó que está convencida de que Andrew sigue con vida.
Desde Cuba llegó, con una visa humanitaria, un hermano de una de las asesinadas para participar en las honras fúnebres.
En la casa del triple asesinato había cámaras de seguridad y por eso se sabe que Caballeiro se llevó a su hijo consigo el día de los asesinatos. La pregunta que familiares y policías se hacen es qué pasó después con el bebé.
En un panfleto publicado por la Policía de Miami Dade se indica cómo suministrar información por teléfono o correo electrónico y se ofrecen mil dolares a quien facilite una pista que lleve a encontrar a Andrew.