La madre de Isabella “Izzy” Tichenor descubrió una mañana que algo no estaba yendo bien en la vida de su pequeña tras encontrarla con una botella de aromatizante ambiental antes de acudir a la escuela. La infante que gozaba de una gran sonrisa estaba viviendo la peor de sus pesadillas mientras cursaba el quinto de primaria.
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Brittany Tichenor-Cox pudo conocer que su niña de 10 años era tildada de “apestosa” por un compañero de su salón después de que una maestra ordenara a los estudiantes que se ducharan.
Este incidente era el último que venía sufriendo Isabella, quien era víctima de bullying al sufrir de autismo y por ser la única escolar de raza negra en su salón. Según informa Clarin, la pequeña recibía toda clase de adjetivos por su color de piel, sus cejas y un lunar en su frente.
La escuela, los docentes y el distrito de Salt Lake City, en Estados Unidos, fueron alertados por Brittany Tichenor-Cox sobre la situación que venía ocurriendo, pero las autoridades no tomaron ninguna medida para brindar una protección a los afectados.
El pasado 6 de noviembre, “Izzy” no aguantó más la situación y se quitó la vida en su casa.
Bullying, un enemigo a vencer
Los ciudadanos enterados de la muerte de Isabella Tichenor expresaron su indignación contra las autoridades porque aseguran que no hacen lo suficiente para frenar la ola de suicidios entre jóvenes, el racismo en las escuelas y el trato a niños con autismo. Además, que no brindan el soporte necesario en la salud mental.
“Cuando yo clamaba por ayuda para que alguien hiciera algo, nadie la ayudó”, dijo la madre de la víctima durante una entrevista. “Duele saber que mi bebé era acosada todo el día en toda la escuela, desde el momento que la dejaba hasta que la recogía”.
El autismo de “Izzy” le impedía encontrar las palabras para aflorar sus emociones, pero muchas veces daba pistas sobre los problemas que vivía en la escuela cuando le comentó que quería sacarse el lunar y depilarse las cejas.
“Ningún padre debe enterrar a su hija de 10 años (…) Sigo conmocionada. Esto me obliga a dar a conocer esto. Mami presiona para asegurarse de que esto no le suceda a nadie más”, lamentó Brittany Tichenor-Cox.