¡Maldito! Un desalmado padre de Colorado, Estados Unidos, fue condenado a cadena perpetua sin libertad condicional este lunes, luego de declararse culpable por el asesinato de su esposa embarazada y de sus dos pequeñas hijas.
Identificado como Christopher Watts, el sujeto se declaró culpable por la muerte de su esposa Shannan Watts, y sus hijitas Celeste y Bella. Asimismo, también se adjudicó la culpa por el asesinato de Nico, el bebé que ambos esperaban y que nunca pudo llegar al mundo.
El fiscal de distrito del condado de Weld, Michael Rourke, dijo que Christopher Watts estranguló a su esposa con sus propias manos de una manera 'incontrolada y vengativa' luego de una discusión. El sujeto accedió a confesar a cambio de no ser condenado a pena de muerte.
Después Christopher Watts asfixió a sus hijitas de 3 y 4 años. Según el fiscal, el cuerpo de la pequeña Bella mostró que la niña luchó por su vida cuando su padre la ahorcaba.
Finalmente, Christopher Watts llevó los tres cadáveres hasta un lugar donde se estaban realizando obras de extracción de petróleo y arrojó los cuerpos sin vida por separado. "Se aseguró de que no estuvieran juntos, incluso en la muerte", dijo el fiscal del caso. Los cuerpos de las niñas fueron encontrados en dos tanques de aceite diferentes y el cuerpo de Shanann Watts fue hallado enterrado muy cerca.
En una primera versión, Christopher Watts admitió ante la policía que asesinó a su esposa luego de enterarse que esta mató a sus dos hijas después de que él, supuestamente, le pidiera una separación. Los ficales calificaron este testimonio como una 'mentira descarada'.
Asimismo, según consignó el medio CBS, la Policía indicó que Christopher Watts tenía una aventura con una compañera de trabajo, algo que el asesino negó. Sin embargo, la mujer identificada como Nichol Kessinger aseguró que sí mantuvieron una relación y que el le prometió que su divorcio era casi definitivo.