Una española, de 31 años, fue sentenciada a seis de prisión por devolver ropa usada a las distintas tiendas Zara, en Zaragoza. La mujer había aprendido a cambiar las etiquetas de la ropa para que no fuera descubierta.
Tania M. A. logró el sueño de muchas personas: entregar ropa usada a la tienda. Las etiquetas (internas y externas) se las ponía a las usadas.
La joven había ideado este plan varias veces: conocía la numeración de los códigos de barra que varía según la tonalidad de la ropa, para no llamar la atención. Además, pretendía no ser atendida por las encargadas de las tiendas que controlan las prendas.
Otro de sus métodos era tratar con cajeras nuevas o que rotaban más para que le cambiaran la ropa.
Finalmente, Inditex, la compañía a la cual pertenece Zara, se dio cuenta lo que sucedía a través de los datos de la tarjeta que utilizaba para hacer las devoluciones y la capturaron.
La estafadora realizó este truco en al menos seis ocasiones entre octubre de 2017 y marzo de 2018.
Una jueza de Zaragoza la sentenció a seis meses de cárcel y le prohibió volver a ingresar a los establecimientos de la cadena en la capital aragonesa.
"El hecho de que tanto la etiqueta interior como la exterior sean coincidentes y que sean colocadas precisamente en prendas de similar color evidencia el mecanismo engañoso y el ánimo de lucro, pues de esa manera renovaba el vestuario a coste cero", indica la sentencia.
Pese a las pruebas contundentes, la acusada negó los cargos.
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