¡Terrible! El macabro hallazgo de dos menores de 5 meses y 3 años encontrados muertos y desfigurados ha conmocionado España. Los principales sospechosos del asesinato de los niños son sus propios padres, dos personas aparentemente con trastornos mentales y problemas de drogas.
La desaparición de los niños se conoció la mañana del último jueves, cuando vecinos de la familia llamaron a las autoridades porque vieron a la madre, María, huyendo desnuda de su vivienda, ubicada en Godella, Valencia.
Las autoridades llegaron a la casa y encontraron a Gabriel, el padre de los menores, quien no supo contestar dónde estaban sus pequeños. Momentos después hallaron a la madre, quien se encontraba escondida sin ropa dentro de un bidón.
En ese momento la mujer dijo a las autoridades que la perseguía una secta peligrosa y que uno de sus niños estaba poseído por el diablo. "Desperté a Gabriel de madrugada porque quería tener sexo, porque hace mucho tiempo que no nos acostábamos. Tengo miedo, porque Gabriel me ha pegado una paliza esta mañana y tengo mucho miedo y me estoy ocultando aquí. ¿Dónde están mis hijos?. Quiero ver a mis hijos, me da miedo que les haya pasado algo a mis hijos. Hay una secta que nos persigue y tengo un hijo que está poseído por el diablo".
Las autoridades llevaron a ambos padres a la dependencia policial, aunque en un primer momento se negaron a colaborar con la justicia. Finalmente, la mujer indicó el lugar donde estaban enterrados los cuerpos de sus pequeños. No quiso decir cómo los mató y si su pareja también participó en el crimen, informó Telecinco.
La pareja fue conducida hasta un centro médico, donde les practicaron pruebas toxicológicas. Según Telecinco, su estado de incoherencia y alucinaciones harían evidente que ambos consumieron drogas.
Los primeros resultados de los médicos forenses indican que los niños sufrieron fuertes golpes en la cabeza y cuerpo, con ensañamiento. Asimismo, indicaron que quedaron impactados pues los menores habrían estado desfigurados.
La familia de María, la madre, dijo a El Mundo que la mujer había dejado de tomar sus medicinas para tratar un trastorno mental, motivo por el cual se desconectaba de la realidad. Según el mismo medio, esta no sería la primera vez que atentó contra la vida de uno de sus hijos.
El padre confirmó que que María creía que uno de sus hijos estaba poseído por el diablo, por lo que lo tiró al interior de una fosa séptica. Gabriel tuvo que rescatarlo, aunque él tampoco está libre de las acusaciones.