En coincidencia con la festividad de Todos los Santos miles de turistas aprovecharon el fin de semana para visitar la isla española de La Palma atraídos por el volcán de la Cumbre Vieja que, 19 días después de entrar en erupción, sigue en plena actividad y hoy incluso aumentó su producción de lava.
Para este fin de semana las compañías aéreas y marítimas presentaban un completo casi absoluto, y la previsión del sector hostelero era que entre ayer y hoy La Palma recibiera en torno a 10.000 visitantes atraídos por las impactantes imágenes del volcán en los medios de comunicación, una cifra recibida con satisfacción por las autoridades ya que da una imagen “segura” de la isla.
Este turismo vulcanológico es en estos momentos la única fuente de ingresos para determinados establecimientos y zonas concretas de La Palma, que se vieron afectados por el impacto del volcán, después de empezar a recuperarse de las pérdidas que dejó la pandemia del coronavirus.
Autobuses para los buses
Para facilitar la convivencia entre turistas y los servicios de emergencias, el Plan de Emergencia Volcánica de Canarias (Pevolca) restringió el acceso a las carreteras cercanas al volcán, mientras que se ponía en marcha un línea de autobuses desde el antiguo aeropuerto de la isla hasta el conocido como mirador de Tajuya, donde se concentran los visitantes.
La actividad económica del turismo representa más del 20% del producto interior bruto (PIB) de La Palma, y es una importante fuente de ingresos para pequeñas empresas y autónomos que ofrecen otros servicios al margen de alojamientos, como son las de restauración o actividades de ocio activo que se encuentran ahora sin ingresos desde que comenzó la erupción volcánica.
Y que en este mes de octubre La Palma ya comenzaba a recibir turistas de la temporada de invierno. El volcán ha provocado un descenso del 71% en las reservas, según los datos de las autoridades municipales y la patronal hotelera.
Lava muy fluida
Mientras, el Pevolca informó hoy del aumento de la producción de lava y recomendó a los ciudadanos de cinco municipios que no salgan a la calle.
El director técnico de este organismo, Miguel Ángel Morcuende, explicó que la lava discurre con mucha fluidez y alimenta las dos principales coladas.
Morcuende dijo también que no preocupa la calidad del aire, ya que no se ha superado el umbral de dióxido de azufre considerado como peligroso, y que se ha registrado un descenso tanto del número de terremotos como en su magnitud.
Hasta el momento, el volcán de Cumbre Vieja ha destruido 2.562 edificaciones y afectado 2.708, según los datos del sistema de satélites Copernicus.
Además, han sufrido daños casi 280 hectáreas de cultivos, fundamentalmente viñedos, plantaciones de aguacates y plataneras.
Fuente: EFE